Delirio, de Laura Restrepo
12 Oct 2009 por Isi
Aguilar planea un breve viaje para pasar unos días con los hijos de su primer matrimonio mientras deja a su pareja, Agustina, en casa pintando las paredes del salón. Pero a su regreso Agustina no está en casa, y en el contestador hay un mensaje de un hombre que le da una dirección de hotel donde dice que encontrará a Agustina… pero no es la misma Agustina que él dejó días atrás.
Así de interesante comienza esta novela, en la que se entremezcla la narración de la locura de Agustina con otras partes de la misma historia, pero distantes entre sí. Conoceremos a Nicolás Portulinus, el abuelo de Agustina, que parece tener tan poca cabeza como la nieta pese a que ambos jamás se conocieron; también sabremos fragmentos de la infancia y juventud de Agustina y de su hermano pequeño, el Bichi, pero, sobre todo, será el Midas McAlister el que nos llevará de la mano de la cordura entre todos los personajes que componen la vida de la pobre Agustina.
Pero a pesar de que al principio me han enganchado todas las partes, al final el resultado no me ha gusado tanto como esperaba. Quizás no empaticé con ningún personaje, pues a Agustina se la ve desvalida en medio de su delirio, pero tampoco se sabe nada de lo que le pasa por la cabeza; y Aguilar, por el que en un primer momento tomé partido, luego fue perdiendo fuerza, ya que trata de averiguar pasajes de la vida de Agustina que él ya debería conocer porque para eso son pareja, ¿no? Es ahora cuando Aguilar echa ahora de menos el no haber escuchado las historias que Agustina le contaba sobre su familia… demasiado tarde según mi opinión. Y es que esta familia de la que la protagonista forma parte dista mucho de la perfección; se resumiría como una pantomima de la familia feliz, cuyos miembros son justamente lo contrario, unos desgraciados.
En cuanto al Midas, un advenedizo en medio de las familias adineradas de Bogotá, metido de lleno en negocios turbios de toda índole y explicándole a Agustina qué fue lo que pasó, es lo mejor del libro; aunque a mí me empezó a gustar justo cuando dejé de prestarle atención a Aguilar, porque te das cuenta de que este es el personaje que sabe cuál es el problema que desencadena la locura de Agustina.
En resumen, la historia me ha gustado, la narración es muy original (me ha recordado a la forma de escribir de Saramago), pero no he conectado con los personajes, y creo que por eso no me ha impresionado tanto como a los demás lectores de este libro (Mork, R, Ale).
Después de ver las reseñas de Mork, R, y Ale, el libro parece interesante, de todos modos a ti también te ha gustado un poquito verdad? Ahora que, claro, si empezaste con el en vacaciones y lo terminas aquí en la ciudad …
pues lo tenia en mi plan infinito, pero leere otras opiniones antes chiquilla, no me gustaria perderme entre tanto delirio
Ni idea del libro ni de la autora. Te entiendo perfectamente con respecto a no engancharte al no tener personajes con los que te identificas.
Salu2
Luci: oye, que yo no os digo que prohibido leerlo, es mi humilde y poco fiable opinión.
Carmina: ya ves que soy 1 contra 3… estarían bien más opiniones.
Inma: yo lo conocí hace poco por los blogs, no te creas, y eso que ganó hace 5 años el premio Alfaguara. Y lo de los personajes, oye, qué le vamos a hacer; será la realidad colombiana, pero es que a mí no me llamaba para nada.
Yo lo leí en el colegio y cuando lo terminé tampoco supe si me había gustado. Todo eso del delirio de Agustina es como confuso, me costó entender lo que pasaba entre esa locura y los intentos de Aguilar de que ella volviera a ser la de antes. Me gustó él, tratando de salvarla, siendo un ancla. Se dio cuenta tarde, que le vamos a hacer. Pero por suerte para ella, él estaba ahí.
En fin, me gustó al final, pero tampoco es un libro que me haya matado. No sé si yo le habría dado el Premio Alfaguara. A ver si lo releo para refrescar la memoria 😉
Bueno, coincidimos bastante: la historia está bien, la narración es original, pero hay algo que no sé… Si lo relees, estaré atenta a ver si cambias o si sigues con la misma opinión.
Gracias por comentar
Una pena de verdad, no se si por lo que no te ha gustado es pq no es una historia feliz. A mi me encantó, hay muchas familias asi, por fuera brillo y por dentro suciedad.
También leí este libro y aunque inicialmente me atrajo, recuerdo que al final no me gustó demasiado… además mis recuerdos sobre la novela son vagos y difusos (y eso sólo me ocurre con libros que en el momento de leerlos me causaron poca impresión).
Mork: no es que no sea feliz, es que no me pude meter en la historia, me parecía cada cual más inverosímil. ¿serán así en Bogotá?
La hierba roja: yo la verdad es que me esperaba que hubiera pasado algo impactante y asombroso que fuera la causa de que Agustina estuviera así, pero no me esperaba que fuera el “volver a la rutina familiar”. Estamos igual en cuanto a la valoración del libro.
Pobre Hello Kitti, que está acojonada del sitio dónde la has metido, con sus patitas por fuera, como que no quiere tocar las hojas.
Vas a tener que ponerle 4 power points de gatitos en cestas seguidos, para que se le pase el susto 😉
pd. Bonita cabecera
A ese Kitty lo que le da miedo es mojarse en el mar 😉 Creo que de esos powerpoints me llegan unos 2 o 3 por semana, así que no problem!!!
Qué bien que os guste la cabecera (hice una mini-entrada antes de la de Delirio para decir lo de la foto nueva) 😀
Isi:
cierto, Kitty se ve estresada…no se si por el delirio de Agustina o por la cercanía con las olas del mar…
Aguilar me parece un personaje que da mucho: pareciera que el delirante en momentos es él. Sus sentimientos le atraviesan: la culpa de no haber prestado más atención a su mujer, la deseperación de verla tan desvalida y no saber qué fue lo que le pasó, el deseo grande de que mejore, de que vuelva a saber quién es él. Yo puedo contarte que tengo un matrimonio amigo en donde ella enfermó de cáncer. Hasta antes de la enfermedad, él era de una manera y cambió al verse en la posiblidad de perderla a ella para siempre. Y ella, con la enfermedad, agarro digamos “valor” para cantarle muchas cosas que traía guardadas y que la habían lastimado.
En fin, creo que cada quien encuentra una obra diferente en cada libro leído.
Un abrazo,
Ale.
Pues precisamente es Aguilar el que no me convence, porque no veo yo que antes de la locura de su mujer haya hecho mucho por entenderla, y ahora, cuando ya es tarde, es cuando la quiere entender. No me parece lo mismo que guardarte cosas que deberías comunicar a tu pareja; lo que yo veo es que antes casi no la hacía caso (exagero un poco, vale, pero es más o menos lo que me parece).
Bueno, desde luego que cada uno lo vemos diferente.
¡Hola Isi!
Anoche estaba releyendo algunas páginas de Delirio, novela que en su momento me fascinó, y esta vez el Midas McAlister se robó toda mi atención. Recordé, también, la presencia determinante del Londoño padre en los delirios de Agustina.
Yo creo que el resentimiento hizo que Aguilar no quisiera saber nada del pasado de Agustina antes del “episodio oscuro”, ya que para la mamá de ella, él prácticamente no existía. Además, son casi 3 años de convivencia sin mayores sobresaltos. Y 16 los años de edad que los separan como para que el tipo, ante la locura desatada de su joven amada, sin cura aparente luego de casi un mes, la abandone y regrese con su esposa y sus hijos, o se encame con Anita, la recepcionista. ¿Cómo no poder conmoverme con aquello?
Uno no tiene que sentirse identificado con uno o varios personajes de las ficciones que lee para que el libro termine gustándole, pero sí, como dices, debe haber un mínimo de conección siquiera con la historia. A mí ni la historia ni los personajes de Delirio me parecieron inverosímiles. No creo que sólo en Colombia o Latinoamérica se den familias cimentadas en las apariencias.
Pero bueno, gustos son gustos. 😉
Saludos,
R, con el Tristram Shandy a la mano. 🙂
Bueno, eso es porque cada lector trae al libro su historia y eso hace que cada libro sea único para cada quien 😀
R qué verdad tan grande lo de “cimentarse en las apariencias”, sobre todo en este libro, pero a mí hasta esta familia me pareció inverosímil; porque en el “episodio” en que salen las fotos a relucir, ¡¡es que yo hay apariencias que guardar!!
Y en cuanto a lo que dices de la vicisitud Anita/su antigua esposa, es que a mí no me parece normal que se le pase por la cabeza eso cuando su mujer está enferma, porque aunque delire, está enferma, ¡¡¡no puede pensar en qué pasaría si volviera con su mujer!!! Lo único que puedo entender (un poquito) es esa especie de rencor hacia la familia de Agustina por hacerle caso omiso.
Fíjate R. que a mi novio también le encantó el Midas.
Ale: exacto, y por eso me está gustando debatirlo con vosotros.
Un beso para los dos!
Estoy viendo la reseña de un libro y de pronto, el libro llega a mis manos (es de agradecer. Gracias).
Qué hacer? pues empezar a leer lo más pronto posible.
Las primeras páginas me resultan un poco pesadas y no por la historia en sí, sino por cierta carga de una finísima arena de mar.
La historia comienza bien, yo creo que la línea Cordura/Delirio es muy delgada y en cualquier momento …
Si no tienes personas a tu lado que aguanten el tirón es un poco complicado.
Y por supuesto aguantar es difícil y duro a la vez. Cada caso es un mundo diferente y las personas actúan de forma distinta también. Vamos a ver como sigue y como termina.
Isi, tiene razón Loquemeahorro. A la pobrecilla Kitty se la ve asomar entre intimidada y pidiendo socorro de esos libros en que la aprisionaste durante las vacaciones.
Y en cuanto al libro en sí, ya había leído varias reseñas y la verdad es que me atraía pero… Leí tu entrada casi recien publicada y vuelvo a leerla ahora junto con los comentarios y … me parece que paso, al menos de momento. Mejor comienzo con Desgracia (Anda que estamos buenos; dejo el delirio para irme con la desgracia)
Y hablando de ella, leí la reseña que tu novio hizo del libro de Coetzee. Me parece que le van los personajes un poco “difíciles”
Sí, la otra entrada la leí, pero es que no tengo tanto tiempo para comentar como “antaño”, y todavía tengo al Emperador a medio vestir!
Luci: espero con ansia tu opinión para cuando acabes el libro, que supongo que a tu ritmo puede ser hoy o mañana 😀 A mí también me enganchó el principio del libro, pero bueno, quizás debí leerlo del tirón.
Lammermoor: vas de mal título en peor todavía… jejeje Me acuerdo de que te apetecía leer Desgracia allá cuando lo reseñamos. Me acuerdo también de que Teresa lo estaba leyendo, pero ha debido de posponer su reseña, menos mal que te lo ha recordado Mork 😉 El personaje de Desgracia da muchísimo juego de sentimientos contradictorios, ya lo verás.
Loque: tú tranquila, aunque echaré de menos esos maravillosos años en los que tenías tiempo de comentar sin parar…. 🙁 Oye, y viste ya al emperador, que estamos con el alma en vilo!
Isi, Delirio ya regreso a la biblioteca con su pequeña carga de arena, y más moreno por estar de vacaciones.
Desde el principio es una historia que me engancho bastante, se unen varios temas a la vez, amor, secretos, locura y mucha falsedad. El delirio de Agustina ya viene de su infancia, que desde luego no fue nada fácil con una familia tan falsa, aparente, recargada y con mucho brillo externo, pero interiormente falta de todo tipo de valores y amor (sobre todo familiar). El mejor personaje es Midas McAllister que sabe de donde viene y a donde va, y el que nos cuenta y cuenta a la propia Agustina toda la historia. De Aguilar destacar que su amor por su mujer supera los límites del aguante y la abnegación. No puede saber mucho de antes, no es aceptado en la familia y así casi es preferible no profundizar más. “El Deliro carece de memoria y prescinde del afecto”
El final se queda un poco corto para mi, le falta algo …
Bueno, a mí Aguilar no me gustó tanto; quizás es porque veo a Agustina como a una enferma. Seguro que, estando en su sano juicio, no le insultaría ni le evitaría y, si lo hiciese, entonces sí seria amor y abnegación por Agustina. ¿No crees que cualquiera cuuidaría a su esposa, a la que quiere, si estuviera enferma?
Bueno, el Midas al final a mí también fue el que más me gustó, y mira cómo termina el hombre. Yo creo que lo que le falta al libro es saber cómo y cuándo ha sido ese encuentro entre Agustina y el Midas.
¡Hola! Primera vez que te visito, pero me ha gustado mucho tu blog.
¿Sabes? Este libro lo compré hace meses, y pues lo tenía abandonado hasta hace días que decidí lanzarme a leerlo. Pero pues solamente llegué hasta donde describen los “trances” del abuelo de Agustina. Ya veré si lo retomo, tal vez me termine gustando.
Muy buena reseña.
¡Saludos!
Hola Diegar: a mí también me costó al principio, porque no sabes muy bien por qué han pasado esas cosas, y ya ves que había personajes que no me convencieron demasiado. De todas maneras a mí me da rabia no acabar un libro y siempre intento hacerlo (aunque no me guste mucho).
Yo sí que me había pasado por tu blog, que creo que lo conocí gracias a Elwen 😉
¡Hola Isi!
¿Sabes? ayer en la noche, al terminar de leer tu reseña, se me antojó retomar el libro, y así lo hice. Espero terminarlo, y al menos quedar con un buen sabor de boca. Ya te contaré que tal me va.
Y pues sí, a lo mejor lo conoces por medio de Elwen. Te agregué a mi lista.
¡Saludos!
Saludos Deigar, estaré atenta a tu reseña del libro (porque ya doy por hecho que lo acabas!). Saludos
Hola, es uno de mis libros favoritos y lo acabo de volver a leer despues de 6 anos y me gusto tanto como la primera vez. Es un libro muy colombiano.