El rostro de Gógol, de Kjell Johansson
21 Dic 2010 por Isi
El acierto y, al mismo tiempo, la dificultad a la hora de leer este libro creo que radica en que está escrito en primera persona, como si el propio Nikolái Gógol nos narrara la historia, de tal manera que queda patente su, digamos, falta de cordura…
Comienza la historia desde que era pequeño y vivía en Ucrania con su familia, de la que varios miembros murieron prematuramente. El niño Nikolái ya es una persona enfermiza y en exceso sensible, ávido de cuentos y de historias sobre Rusia y los zares. A lo largo de la novela aparecerán relatos que la mente del escritor distorsiona una y otra vez otorgándoles difernetes finales en función de las circunstancias en las que se encuentra el propio Gógol. También nos narra episodios estrambóticos, que no sé si serán reales o no (con lo poco cuerdo que parecía estar, casi apostaría que sí), como aquel en el que conoce Pushkin, un poeta ya consagrado, con el que le unirá una gran amistad y que se convertirá en su protector en el mundo de las letras.
Así nos va narrando su paso por un colegio interno, por la decadente cuidad de San Petersburgo, en la que las personas actúan por su propio interés pisando a los demás; sus primeros escritos que resultaron ser un fiasco que incluso compraba él mismo en las librerías… Él cree que tiene la obligación de ayudar a Rusia, de mostrarla tal y como es para que el pueblo intente mejorar y ser una gran nación. Así consigue escribir su obra cumbre, Almas muertas, en principio pensada como una trilogía que nunca llegaría a finalizar.
Busca la inspiración para la segunda parte de su obra viajando por Europa, seguro también de que sus enfermedades -más psicológicas que reales- se curarán fuera de Rusia y de que logrará volver a estar en el punto de mira cuando termine el libro. Pero le sucede calamidad tras calamidad: comienza su fanatismo religioso, escribe una obra basada en la correspondencia que mantiene con diversas personalidades rusas que recibe la peor crítica, tanto de los diarios como de sus propios corresponsales, que se sienten ultrajados al ver cómo se han utilizado sus cartas privadas y, falto de cordura ya, empieza a pensar que las personas que han sido sus amigos actúan en su contra a escondidas.
Peregrina a Jerusalén, quema sus manuscritos de la continuación de Almas muertas y acaba muriendo de inanición por ayuno voluntario…
San Marcos, en una vista lateral
Parece que era un demente con suficientes momentos de cordura como para crear obras maestras de la literatura rusa (suena raro, sí). Su enfermedad ¿mental? le fue consumiendo y en esta “autobiografía” queda patente cómo veía las cosas y distorsionaba la realidad. Es por ello una narración extraña donde se mezclan pasajes normales con otros desubicados en la cabeza de Gógol. Ahora me ha picado el gusanillo de leer alguna obra suya, de Nikolái Gógol, aquel que quería hacer más grande a Rusia.
Título: El rostro de Gógol Autor: Kjell Johansson Editorial: Nórdica libros Encuadernación: Rústica ISBN: 978-84-92683-32-1 Páginas: 376 Precio: 21’95€ RETO: 15 caracteres
Sí, a mí también me da dan más ganas de leer un libro de Gógol que este libro, quizá en orden inverso me gustaría más.
Primero los libros de Gógol, y si me interesan lo suficiente, leer algo sobre su vida, aunque claro, lo de novelarla e intentar “leer” en la mente del autor, no sé si me acaba de convencer.
El gran problema de Gogol fue meterse de lleno en la religión. Tengo a un conocido que me contó que menos mal que salió del seminario porque te imponen tanto, que pierdes tu personalidad. Algo así le pasaría al escritor.
Besos.
Hola Isi, lo cierto es que es un curioso acercamiento al personaje, reconozco mi carencia con los rusos.
Lo que ya no me gusta tanto es la insistencia entre enfermedad y genio. Casi todos los grandes artistas fueron excepcionales, pero las revisiones actuales parecen siempre querer ver toques de “locura”, no sé, no sé…
T u lista de lecturas es cada vez más variada y completa, enhorabuena, servirías como modelo de un Plan lector…
Un abrazo navideño 😉
Tenía ganas de leer tu reseña de este libro, pero una vez leída, no me ha convencido mucho la historia.
Ya tengo bastantes libros en el plan infinito, así que no pasa nada si descarto alguno, xD
Saludos
Vata!! sí que estaba loco, sí… jajaja
Bueno, yo prefiero empezar con “Almas muertas” que lo compré hace poco y dicen que es magnífico. Creo que haré el proceso inverso y empezaré con uno de sus libros y este lo dejaré para mucho más adelante…
Pues mira, uno que no sube a la lista, lo cual es un consuelo, teniendo en cuenta su ya extensa dimensión ¡ja,ja!
Es que no me llama nadita.
Un beso
Yo también tengo a los rusos como asignatura pendiente, pero casi prefiero leer alguna obra “original” que ésta biografía un poco apócrifa. Sí que es verdad que parece que últimamente se insiste mucho en el tándem genio-loco, pero algunas veces es verdad. Quizás la locura de Gógol fue la que le dio fuerzas para escribir acerca de Rusia. A otros les deja ver mundos que no existen para los demás…
Tampoco sube este a mi lista, al menos de momento.
Saludos!!
Loque: pues sí estaría bien leer algo más. Hombre, esta biografía también tiene un trabajo de investigación sobre el autor, pero no es como una más “oficial”. Yo buscaba algo novelado, y la verdad es que está bastante bien, lo que pasa es que Gógol era “rarito”.
Carlos: bueno, yo creo que eso le influyó, pero también el que no fuera “normal” el hombre ya de por sí, no sé si me explico. Según el libro, los sacerdotes le recomiendan que deje de escribir si quiere llegar a Dios…
Hombre Maribel: igual sí que exageran la locura, pero en aquella época quemar los manuscritos de la obra que te ha llevado a la fama… ¡muy normal no era, el pobre!
Oye, pues sí que he estado variando géneros y autores este año 😉
César: me parece bien 😉 Es un libro complicado, muchos saltos de allá para acá y muchas historias imaginarias (supongo!), y claro, contado por alguien que en realidad no está bien de la azotea… Hay que mentalizarlse, la verdad.
Isma: pues sí, la verdad es que tras la peregrinación a Jerusalén, debió de írsele pero mucho 🙁
Vero: estaré atenta, pues, a ver qué te parece su mejor obra, aunque esté incompleta. Él pensaba en hacer ¡¡3 partes!! pero ya ves que la segunda la quemó… Yo creo que sus novelas son más lúcidas de lo que él era en realidad, ya nos contarás.
Booki: jaja bueno, es que como he dicho, es complicado de leer y cogerle el truquillo. Cuando parece que avanzas y todo va medianamente bien, de repente el libro da un parón por sus historias menos cuerdas. Es complicado, sí.
Trescatorce: ya comenté por arriba que sí puede parecer que exageren su locura, pero el hombre bien-bien no estaba, y menos después de sus periplos por Tierra Santa. Yo creo que sí, que volcaba toda su ilusión y su conocimiento en sus obras, y luego en la vida real no le quedaba ya mucho. Yo creo que releeré Taras Bulba, a ver qué me encuentro (porque no me acuerdo de nada!).
En estos momentos no me apetece mucho ponerme con él… Uno “menos” para la lista!
Un beso,
Carmen: jaja bueno, es un libro raro que requiere más esfuerzo que los demás, porque a veces no sabes si esto va en serio o no… Pero bueno, para cuando nos hayamos leído toda la obra de Gógol, nos ponemos con este 😉
Qué interesante me ha parecido este libro, queda apuntadísimo, fíjate que como ya te comenté he leído bastantes cosas de Gogol y que me gusta mucho como escribe, pero no había investigado nada de su vida, eso de que muriera de hambre voluntaria es de locos. Muchas gracias por la pedazo de recomendación un besazo! Ah, me encanta tu nueva cabecera, qué frio 🙂
Carol: yo creo que tú que ya has leído cosas de N. Gogol, lo vas a disfrutar mucho más. Pues sí estaba algo “pirado”, ya lo ves; entre lo de matarse de hambre y quemar sus escritos, evidentemente muy bien no estaba el hombre.
Me alegra que te guste mi cabecera, a mí me encanta!!! 😀
yo este va a ser que no , que alguna vez hay que decir no! jejejeje
besotes gordos
No me encuentro con ánimos de leer algo así ahora. ¡Pero! …. te tengo en cuenta, porque desde luego lo que nos traes hoy creo que es “pescado” de primera calidad, que no puede ser desperdiciado.
Gracias querida.
Un abrazo
Sonia: jaja, es verdad, no todos los libros nos llaman igual a todos.
Icíar: no me extraña, la verdad es que no es una lectura de esas ligeritas, pero te deja con las ganas de leer a este hombre.
besos a las dos!
También yo tengo muy pendiente leer más literatura diferente…parece que leo mucho de lo mismo. Es lo que me llama en este momento.
Un abrazo Isi!! Y Feliz Navidad. Es un placer haberte encontrado. Espero y deseo que pases unas Navidades llenas de muchísimo amor y paz.
Un abrazo!!
María: pero leer lo que nos apetece está bien, quiero decir que ya te apetecerá otra cosa en otro momento, no?
Yo es que veo cosas nuevas y me intrigan enseguida, no lo puedo evitar, aunque este libro es complicado de leer.
Felices Fiestas a ti también!! Un besote!
Pues yo tampoco me lo apunto. ¡Con todo lo que tengo por leer!
Un besito guapa.
Luisa: bueno, por lo menos sabes que existe. Otro beso para ti!!
¡qué torpe soy! Acabo de autodestruir mi comentario 🙁
Decía que este libro me lleva llamando la atención desde que supe que Nórdica lo publicaba. Tuve una etapa rusófila en que leí un montón pero de Gogol tan solo tengo Taras Bulba y otros relatos (que voy a releer; acabo de sacarlo de la estantería)
La religión está bastante presente en todos los autores; sin ir más lejos, pienso en Los hermanos Karamazov.
Bueno, y que como Maribel, también me he dado cuenta de que tus lecturas han ganado en diversidad. Me alegro. 🙂
Lammermoor: bueno, en esta “biografía”, la religión tiene importancia nada más en una parte del libro, pero es todo extrañísimo: como él quiere hacer mejores a los rusos, piensa de repente que el cura está en su contra porque tienen el mismo objetivo (alucina vecina). Ahí ya estaba muuuuy mal de la cabeza, me parece a mí.
En fin, yo creo que te gustará, por lo que dices de tu época rusa 😉
En cuanto a mi variedad de lecturas, ¡ya te digo! y disfruto un montón de las cosas “nuevas”!!
hay que empezar leyendo a Gogol el otro viene luego…
Cristina: sí, esa es la sensación que me quedó al leerlo, pero bueno, siempre tengo tiempo de probar: me interesea la primera parte de Almas muertas.
Bueno, bienvenida, que se me olvidaba 😉
Un saludo y gracias por pasarte!