Lecturas obligatorias: Las chicas del Radio
5 Abr 2011 por Isi
Dada la desafortunada casualidad de que el tema de la radiactividad está actualmente muy de moda, he decidido utilizar una de las sugerencias de mi profesor de toxicología (fuente inagotable de información para esta sección del blog) y hablar de una curiosidad histórica relacionada con el Radio. Tenía programada otra “lectura obligatoria” para antes que esta, y es que el tema de hoy ni siquiera está relacionado con ningún libro que haya leído, pero creo que os va a resultar igualmente interesante.
En 1898 Marie Curie aisló el Polonio y, más tarde, el Radio. Ella fue la primera que utilizó el término radiactividad (aunque el fenómeno en sí ya lo había descubierto Becquerel) y llevó a cabo un sinfín de experimentos con estos elementos, lo que le costó el desarrollo de una anemia aplásica que acabó con su vida. De hecho, he leído que sus cuadernos de notas no pueden manipularse sin protección debido a la alta radiactividad que desprenden (dice mi madre que es la solución contra el plagio, jeje). La vida media del Radio es de 1602 años y se extrae en las minas de Uranio a partir de la pechblenda, a razón de un gramo de radio en 7 toneladas de mineral.
Durante la Primera Guerra Mundial, en pleno auge de estos descubrimientos que supuestamente cambiarían el mundo y curarían enfermedades, se fabricó una pintura fluorescente mezclando radio y sulfuro de zinc. El pigmento se llamó Undark y lo comercializó la United States Radium Corporation. Como sabéis, muchos avances tecnológicos pioneros se desarrollan en el ámbito militar, y en Estados Unidos comenzaron a fabricarse relojes con las agujas y los números fluorescentes que permitían a los soldados saber la hora en la oscuridad. También se comercializó la pintura para uso doméstico asegurando que no era peligrosa, por supuesto.
Decenas de mujeres eran las encargadas de aplicar el pigmento fluorescente mediante la tecnología manual aplicada de primera generación, que quiere decir a mano con un pincel. Claro que eran ellas las únicas que manipulaban este producto así, a la buena de dios, ya que sus jefazos e investigadores utilizaban protección. He leído que se les pedía que chuparan la punta del pincel para pintar más fino; recordemos que pintaban números y agujas de reloj. Algunas chicas incluso se pintaban las uñas y los dientes y se espolvoreaban el producto por el pelo, y así brillaban por la noche cuando iban a los bailes… De hecho, en Europa, también había pintores que utilzaban el radio y llevaban un halo brillante alrededor de sí; parecía que todo lo que tuviera radio estaba de moda: hasta comercializaron jarabes con este elemento que decían que curaba todos los males…
El organismo, al ingerir Radio, lo asimila como si fuera Calcio (tienen la misma valencia) y lo va depositando en los huesos; pasa así a formar parte del cuerpo como otro metal más pero que emite constantemente radiación. La ingestión de este elemento les ocasionaba sangrado de encías y necrosis de la mandíbula, en la que se formaban también tumores óseos: se le dio el nombre de mandíbula de radio (en la imagen). En cuanto al resto del cuerpo, la radiación ataca principalmente a las células que están en constante división, como las del tracto gastrointestinal y la médula ósea, provocando así sus primeros síntomas: afecciones digestivas y anemia. Pero ojo, que las células tumorales también se dividen muy rápido y por ello es efectivo el tratamiento del cáncer con radioterapia. No todo es blanco o negro…
Pues bien, pronto se empezó a notar. A las chicas se les cayeron los dientes, enfermaron de cáncer, anemia, cataratas, etc, hasta que algunas murieron. Hubo demandas contra la compañía, sí, y el caso sentó las bases para lo que ahora llamamos Derechos de los trabajadores y Prevención de riesgos laborales; sirvió para que las empresas empezaran a preocuparse por la salud y las condiciones de seguridad de sus empleados. Pero lo triste es que varias personas tuvieron que morir por ello… muchas de las chicas ni siquiera vivieron lo suficiente para cobrar la indemnización.
Hoy en día sus tumbas aún emiten radiación…
A continuación, un vídeo que ilustra la historia, espero que os guste:
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Otras Lecturas obligatorias:
Pero dices que sus jefes sí utilizaban protección, o sea que algo sabían, o sospechaban. S.C.
Lo de que el cuaderno aún emite radiación es alucinante, y el comentario de tu madre muy bueno.
Muy instructiva tu entrada, conocía algunas cosas claro, pero lo de los huesos y la valencia no lo había oído en mi vida y está claro que explica ciertas cosas.
Primer y por cierto ¿Para cuándo un concurso que premie a la persona que más comentarios haya escrito? Que vamos, no sé quién será…
pd. Que con este hago un año, alguna recompensa habrá, digo yo.
jajaja Loque, es verdad, ¡eres la que más comenta! Voy a tener que buscarte un premio, sí 🙂
Bueno, Loque, yo creía que con el reto de este año todos iban a tener muy claro la tabla periódica, las valencias y todas esas cosas químicas 😉 Me alegra de que te haya resultado interesante el tema, aunque no esté relacionado con ningún libro en concreto; la verdad es que a mí me alucinó cuando lo leí de manos de mi profe.
Interesante Isi, gracias por el aporte.
Vaya historia. Hay que ver los jefes de estas señoritas, que espabilaos. Me revienta que a veces para que alguien mueva un dedo en cuanto a seguridad laboral, por ejemplo, tenga que morir gente. Pobres chicas. La historia de Madame Curie sí la conocía, pero no lo de que sus cuadernos desprenden radioactividad. Muy interesante como siempre esta sección, Isi. Te felicito.
¡Un abrazo!
Por cierto, que soy Carol, que se me ha idola pinza y en lugar de poner mi nombre he puesto otra cosa xD
Deborah: gracias, me alegra que lo encontréis interesante 😀
Carol: te cambié el nombre. No sabía si es que querías estar de incógnito, jejeje. En fin, no pasa nada.
Pues sí, es una historia curiosa, más precisamente porque tuvo mucha repercusión en los medios de comunicación de entonces y los jefazos no pudieron encubrir el caso (menos mal).
Muchas gracias por las felicitaciones, de verdad, me alegra mucho que os gusten estas entradas 😀
Si, la verdad es que iba de incógnito, soy un agente infiltrado xD. Nada, que no se pueden hacer tantas cosas a la vez: ver blogs, escribir, estudiar… jamás pensé que la Geografía pudiera tener tantas cifras. ¿No era esto en el cole países y sus capitales solamente? xD
Bueno, que se me había olvidado decirte que el video me ha gustado mucho. Aparte de ser muy original es muy instructivo.
¡Abrazos!
Pobrecitas! Y qué ingenuas, me las imagino embelleciéndose con los brillos!
Te mando un cuento cortito, de una autora argentina de literatura infantil y juvenil: Elsa Bornemann. En estos días en los que se habla tanto de la radioactividad en Japón, me da vueltas por la cabeza todo el tiempo y es lindísimo. http://www.chicos.net/paz/milgrullas.htm
Ojalá te guste!
Beso
Marcela
Wow Isi, que interesante, jamás pensé que la historia del Radio tuviera una parte oscura en la historia, xq como dices, se utiliza contra el cáncer… Me encantan estas entradas Isi!!! Todos los días se aprende algo nuevo!!!
PD. Por cierto me encanta la imagen del árbol… Es primavera en España???
Wow, alucinante. Me ha recordado al caso de las cerillas inglesas, por el fósforo que utilizaban y es una historia similar. Lo leí en el blog de Carmen… Me he costado encontrarlo, pero http://carmenyamigos.blogspot.com/2010/07/matchgirls-strike.html
Se hacían muchas cosas en el pasado por culpa de la insensatez, pero me parece abominable que los jefazos se protegieran y dejaran a las chicas envenenarse.
Me encantan estas entradas tuyas, se la he leído a mi chico por teléfono, jaja!! 😛
Hala qué fuerte!! Pongo un enlace y mi comentario qeuda pendiente de moderación…
Carol: pues ni me quiero imaginar entonces estudiando Geografía! 😉 El vídeo es muy chulo, me lo pasó mi profe también. Me dio mucha penita la “prota”…
Marcela: mañana leo el cuento que me enlazas, seguro que es muy bonito.
Pues sí, yo también me imagino con las uñas pintadas de color fosforito, ¡si hasta yo me las pintaría! y luego mira, vivieron poquísimo más…
Shanny: muchas gracias, me alegro de que os guste aunque en esta ocasión no lo pudiera relacionar con ningún libro. La verdad es que siempre pongo cosas muy trágicas, ahora que me doy cuenta!! Pero bueno, está bien aprender.
En cuanto a la cabecera del blog, la cambio con cada estación y sí, estamos en primavera 😀 así que elegí las flores más rositas que encontré, para que hicieran juego con el diseño, jajaja.
Lady: anda, pues no me daba cuenta de esa entrada de Carmen y, en efecto, se parecen mucho!!
Lo de que les dieran el producto así sin más es muy fuerte, sí. Porque vale que Marie Curie igual pudo experimentar sin saber porque se acababa de descubrir, pero si ya se sospechaba algo… pufff pobrecillas. Oye, pobre hombre tu novio, no le aburras: si lo quiere leer, ya sabe dónde está, pero que te llame y le cuentes cosas de muertes por radiactividad…. 😉
Ahhh lo del antispam es un misterio misterioso: a Marcela le dejó poner el enlace y a ti no. Y si pones más de 3 emoticones, también se queda en moderación. Está chiflado!
Qué entrada más interesantes! Conocía el caso de Curie, pero no lo de sus cuadernos, y desconocía por completo el uso indiscriminado que hacían del radio en esa empresa. Pobres chicas… Es triste, pero la humanidad somos así, siempre tiene que morir gente (y que salga a la opinión pública) para que se tomen medidas acerca de cosas peligrosas, como el radio, o lo del fósforo de las cerillas. O como el caso que comentaste del mercurio…
En fin, me encanta esta sección.
Besos!
Me ha encantado esta entrada, sabía lo de M. Curie pero no lo de las chicas del radio. Y el vídeo es muy bueno.
bsos!
Pi: me alegro de que te haya gustado, de verdad, porque tenía el miedo ese de poner algo no relacionado con los libros (qué bobada, ya ves!).
Se pone una cosa de moda y aparece en todos los productos que se consumían (pinturas, jarabes, relojes..), y no me extraña con la novedad de lucir en la oscuridad y todo eso: sería muy impactante. Y sí, la historia de estas chicas es bien triste, pobrecillas.
Rosalía: suponía que todo el mundo conocería a Marie Curie, por supuesto, pero por si acaso no nos acordábamos, lo puse de introducción 😀 Lo de los cuadernos de la buena mujer es la bomba, eh?? Y el vídeo me encantó, pobrecilla!!
Muy interesante lo que nos cuentas y terrible, la verdad, como comentan por ahí arriba algo se alían los jefes cuando ellos se protegían. desde luego, se ha hecho cada burrada y supongo que se siguen haciendo, porque quién nos dice que son seguras cosas que se comercializan como novedades y que son inofensivas? quizá de aquí a unos años no lo sean (pienso en transgénicos y demás manipulaciones). La foto de la chica con la mandíbula hinchada es terrible. Un beso y garcias por culturizar a esta pobres almas de letras je je 🙂
Me encantan estas entradas tuyas, se aprende tanto!! Me he quedado de piedra con la historia del Radio. Un beso fuerte
¡¡Muy muy muy interesante!!
Me encantan tus lecturas obligatorias, me hacen aprender muchas cosas que desconozco por que no son de mi rama de estudio. Por ejemplo, no sabía el proceso por el cual un cuerpo contaminado empieza a “brillar”, o que son necesarias tantas toneladas de uranio para obtener unos pocos gramos de radio… madre mía.
Un abrazo.
Carol: bueno, no sé si será porque ahora sabemos más, pero yo tampoco tengo “tanto miedo” a las novedades. Igual debería, pero no sé… En cuanto a las chicas que nos ocupan, sí que fue una pena, pobrecillas, y menuda impresión la de la foto, verdad? puff.
PD: jijiji, siempre que pueda, os pondré fotos ilustrativas tipo “neurona” 😉
M: muchas gracias, me alegro de que te haya gustado y de que hayas aprendido cositas nuevas. Para mí también es nuevo, no te creas, pero eso es parte del encanto de la entrada!!
Gijón: me alegro de que te haya gustado y parecido tan interesante 😀
Pues sí, parece que vamos a encontrarnos el radio debajo de una piedra, pero no! Hubo mentes pensantes que tuvieron que extraerlo gramito a gramito entre tanto mineral, y mezclaro hasta dar con un compuesto que brillara… en fin, ya ves, no hay nada que venga ya de fábrica 😉
Un beso, chicas!!
Yo también he aprendido con esta entrada, que por cierto, me ha gustado mucho cómo te ha quedado…
Gracias mami!!
Incluso has aportado tu grano de arena a la misma 😀
Me ha gustado mucho esta entrada, sobre todo la aportación de tu mami, cualquier día toma nota la Sociedad Geneal de autores. Ja!
El tema no es como para reirse, pero el comentario de tu mamá me hizo soltar una carcajada. Marie Curie: inventora además de los derechos de autor 😉
¡Que terrible lo que estos jefes hicieron! porque si ellos usaban protección quiere decir que los muy %#$% sabían que algo saldría mal. ¡Pobres mujeres! y pensar que las más vanidosas serían las más afectadas (por aquello de andárselo poniendo en labios, ojos, pelo, uñas).
Muy interesante esta serie de “lecturas obligatorias”
un beso,
Ale
Susana: esperemos que no hagan las cosas radiactivas para que la gente no las copie, que es ya lo que nos faltaba 😉 Bueno, me alegra que te guste la entrada, de verdad. Un besote!
Ale: es que mi madre tiene unas cosas… jejeje.
Pues es terrible, en efecto. Ya se sabía que no era bueno y, no es que las hicieran pintar, es que chupaban los pinceles!! Se comían la pintura radiactiva!! En fin, al final murieron todas, así que no hay más o menos afectadas…
Como siempre, me alegra que os guste la sección, la hago con mucho cariño 😀
Te he dicho ya que me encanta esta sección? Me gustan muchísimo estas curiosidades.
Elwen: muchas gracias, de verdad. Intentaré traer alguna lectura obligatoria por lo menos una vez al mes 😉
Qué interesante. Volvemos a lo mismo que en tus otras lecturas obligatorias, la de cosas que por no saber su repercusión a largo plazo nos acaban dañando.
Qué guasa tiene tu madre con lo de los derechos de autor, ¿no?
Marta: pues sí, recién descubiertos estos elementos no sabían qué podían provocar a largo plazo, pero tampoco debes olvidar que es uno de los tratamientos contra el cáncer…
Mi madre tiene algunos puntazos, efectivamente 😉
¡Pero qué de cosas aprendo con estas entradas!
Muchas gracias por la información, guapa.
Luisa: de nada, gracias a vosotros por leerlos! A ver si preparo el próximo post de esta sección, que ya tengo el tema enfocado!!
La última historia me ha dejado muda…las tumbas aún son reactivas!! Dios mío…es increíble!!
Bss!!
María: estas cosas siempre son increíbles, la verdad es que parece mentira que ocurrieran estas desgracias a gente que iba a dejarse la piel trabajando. Ya ves cómo fue….
Muy interesante el artículo de hoy.
Si es que ya digo yo que querer brillar no puede traer nada bueno,jeje.
Supongo que los retuladores fluorescentes de ahora no tendrán componentes radioactivos ¿no?
Muchas gracias, me alegro de que te haya gustado. ¡¡Ya te digo!! es mejor mantenerse en la sombra… 😉 Espero que los rotuladores sean compatibles con la vida misma, Icíar!