La fórmula preferida del profesor (reseña de Loque)
13 Mar 2012 por Isi
Una simple tortilla, una comida sencilla, casera, que no se sirve en los grandes restaurantes. Un plato que no aprecias porque tu madre te lo ha preparado decenas de veces, sin que tú prestaras demasiado interés, ni se lo agradecieras más que maquinalmente.
Sin embargo, el día que preparas una por primera vez, resulta que no es tan fácil, la cocina “simple”, la cocina “casera”, es todo un prodigio, un difícil equilibrio entre habilidad, experiencia e, incluso, el cariño con el que se elabora.
Un pensamiento similar asalta a El Profesor, cuando se para a contemplar (y apreciar) la supuestamente humilde cena, que le prepara su asistenta, y comprende que no solo cumple con su obligación laboral, sino que hay mucho más en su trabajo, en su actitud, en su compañía.
Y este es uno de los temas más importantes de “La Fórmula Preferida del Profesor”, el descubrir los pequeños detalles que a veces damos por sentado, o que no saboreamos en su justa medida:
Un rayo de sol mientras te sientas en un banco de un parque, hacer los deberes con tu hijo, buscar un regalo a un amigo.
Otro de los grandes temas de este libro, que toca muchos “grandes temas”, bajo una apariencia “pequeña”, es la memoria, algo en lo que (como en el ejemplo de la tortilla), raramente se piensa, hasta que falta.
Y es que El Profesor no puede recordar los sucesos recientes, cada día comienza su relación con las personas que ha conocido, posteriormente a un accidente.
Quizá El Profesor no necesite recordar lo que ocurrió ayer, ni siquiera esa misma mañana, quizá esto ayude a un gran matemático, a un hombre acostumbrado a grandes premios, a apreciar la compañía de dos personas con las que normalmente no hubiera coincidido:
Una madre soltera, a la que nadie ha ayudado, empezando por el compañero de clase que la dejó embarazada, y su hijo, un niño que (superada la primera infancia) empieza a separarse sutilmente de su madre.
Y “sutil” es precisamente la palabra que mejor define esta historia. Son sutiles los placeres y alegrías que se reivindican, son sutiles las relaciones entre los personajes, son sutiles los indicios sobre el pasado e incluso sobre la identidad, con nombre y apellidos, de El Profesor.
Y sutil es el estilo literario, incluso puede parecer que se podría quedar corto, para nosotros, lectores quizá acostumbrados a que las historias se nos expliquen claramente, de una forma casi didáctica y con una única interpretación. Con una única “verdad”.
Nada de esto se encuentra en esta historia, formada por sugerencias, posibilidades, preguntas que quedan sin resolver (o quizá sí) y que son la base de un libro que deja poso, entre muchas razones, quizá por unificar tanto lo que se cuenta, con cómo se cuenta.
O quizá, no.
+++++++++++++++
Puedes visitar a Loque en su blog
Imagen de aquí.
Otras reseñas de la lectura conjunta:
- Reseña de M.
- Reseña de Korua-do
- Reseña de Patricia
- Reseña de Laky
- Reseña de Raquel
- Reseña de Deigar
- Reseña de Carol
- Reseña de Ana
- Reseña de Lourdes
- Reseña de Margari
- Reseña de Carmen
- Reseña de Montse
- Reseña de Asun
- Reseña de L.
- Reseña de Loque (la que estás leyendo)
- Reseña de Marina
- Reseña de Lupa
- Reseña de Little Emily
- Reseña de Pablo
- Reseña de Tatty
- Reseña de Lammermoor
- Reseña de Cartafol
- Reseña de Soledad
- Reseña de Luisa
- Reseña de Isi
Genial la reseña, describe perfectamente lo que se siente al leer el libro. Que gran lucidez compararlo con la cocina! Para mi, esta es una pequeña gran joya. Saludos
Muy buena reseña, Loque!! 😀
Nos has dejado ver todas las pequeñas cosas que uno se encuentra en este libro, pues es un libro lleno de detalles que forjan la relación entre nuestro profesor, la asistenta y Root.
¡Muchas gracias por participar en la lectura!
Creo que es la primera vez que leo una reseña de Loque y es una gran reseña sobre un gran libro. Me encanta cómo destaca la delicadeza y la sutileza de los detalles de esta historia, como la tortilla y los gestos casi imperceptibles de los personajes. Muy buena reseña.
Muchas gracias chicas, sois muy amables, me ha quedado un poco aviar, pero bueno 🙂
Esperaba poder reflejar algo de lo que otras reseñas no hubieran ya tratado, y por eso no hacer mucha mención a las matemáticas, ni al argumento (que el que siga esta lectura conjunta se debe saber de memoria).
Gracias Isi, una vez más por darme esta oportunidad, y por tu paciencia.
Bonita y original reseña.
Por lo que veo, el libro está haciendo pleno!
Loque: bellísima reseña.
Isi: ¡bien por traerla a tu blog! y que bonita imagen la de la foto.
Un beso,
Ale.
¡Fantástica reseña! Resume muy bien las sensaciones que este libro causa. Un libro de los que se quedan bien guardaditos en nuestra memoria.
Besotes!!!
Casi me han dejado sin los adjetivos que se me ocurren al leer tu reseña. Así que voy a poner otro antes de que me lo quiten también: Inmensa reseña, Loquemeahorro. Inmensa comentando lo pequeño, has conseguido unir por primera vez la mecánica cuántica con la teoría del cosmos… y eso que querías eludir los tópicos de las matemáticas. Además, has mostrado (al menos a mí) elementos nuevos del libro que me permiten apreciar más lo que he leído. Enhorabuena.
¡Menuda resña! Si no hubiera leido el libro me darian muchas ganas de hacerlo. Me ha gustado que has eludido la repetitividad y has sabido transmitirnos, con sensibilidad pero sin ñoñerias, las emocionez más senzillas pero más grandes de esta vida. Gracias por compartir tus emociones Loque!
Ale: yo encantada de que Loque se pase por aquí cuando ella quiera 😀 Aunque igual me quita el puesto!!
Muy buen enfoque le has dado a tu reseña!!
Justamente las pequeñas cosas cotidianas que se descubren junto al querido profesor, son las que menos atención se les prestan por hacerse de forma maquinal. Al fin, todo tiene magia para él, no solo sus amados números.
Un gusto leerte!!
: Hola Loque,
Coincido contigo en aquello del estilo literario. No es a lo que estamos acostumbrados. Lo definiría como “narración fácil de pequeñas cosas”. Pero no me ha disgustado, al contrario, he descubierto un estilo que quizá sea reclamado por mi hambre lectora en un futuro.
Aprovecho este comentario para pedir disculpas a Isi, que con esto de que estoy publicando todos mis comentarios sobre esta lectura hoy, la estoy bombardeando con los comentarios dirigidos a las personas que habéis reseñado en su blog.
Besos a los dos.
Lupa
Desconcertante principio, hablando de la tortilla francesa….pero muy bien traída la imagen para explicar las emociones del profesor. Cada vez va siendo más difícil intentar no repetir cosas q ya se han dicho, o darle a las mismas otra vuelta de tuerca, y tú lo has conseguido, Loque. Enhorabuena!
Loque, enhorabuena por tu excelente reseña, máxime cuando después de tantas otras anteriores, pudiera parecer que estaba todo o casi todo dicho…, que apenas quedaban cosas nuevas que apuntar.
Me ha gustado mucho que resaltesa la grandeza de lo mínimo, de lo insignificante, de los pequeños detalles que, en definitiva, es de lo que está llena la vida de todos nosotros.
Un saludo
Muchas gracias a todas, realmente estoy abrumada, no me merezco palabras tan bonitas.
Hola Isi y hola Loque, me quedo con la palabra que eliges: “sutil”, define perfectamente mis sensaciones al leer el libro, y ya que hablas de los pequeños detalles, mi mente ha saltado sin querer a El Dios de las pequeñas cosas de A. Roy…la memoria no siempre etiqueta como debe, a veces se queda con un sonido, un color, o una tortilla de patata.
Hora de cenar 😉
Gracias, medallista.
Isi, ¿qué son los números?, no estarás participando en el juego de plegar proteínas…jejeje
El Guisante Verde Project
Maribel: a veces pienso que me lees la mente… 😕 Estoy con estructuras proteicas en la cabeza!
No he leído El dios de las pequeñas cosas, me lo apunto.
[…] Reseña de Loque […]
Isi, me gusta mucho como escribes tus reseñas y ésta en particular me encanta. Este libro es el único que he leído de la autora y me pareció curioso.
Besos
Marian: muchas gracias, pero esta reseña la hizo Loque para la lectura conjunta 😉