Primera parte de Trafalgar (capítulos I – VII)
1 Oct 2012 por Isi
Para todo aquel que llegue a este post, os recuerdo que hemos organizado una lectura conjunta de Trafalgar, de Benito Pérez Galdós, y que vamos a comentar las diferentes partes de la novela, como si de un club de lectura se tratara. Por supuesto, todo el que quiera seguirnos está invitado, pero cabe advertir aquí que habrá spoilers y que a alguien que no lo haya leído todavía podríamos estropearle tan placentera lectura. También es verdad que, al ser el primer tercio del libro, tampoco hemos entrado en materia, propiamente dicha. Con lo cual, el seguir leyendo la entrada y los comentarios queda bajo vuestra responsabilidad.
Comencemos…
Poco se puede decir sobre estos primeros capítulos en los que Gabriel, nuestro protagonista y narrador, nos va presentando a los personajes, empezando por sí mismo, un humilde pilluelo gaditano que, por suerte va a parar en la servidumbre de don Alonso Gutiérrez de Cisniega y, más concretamente, de su mujer, doña Francisca. Porque no nos engañemos: todos sabemos quién lleva los pantalones en esa casa 😉 .
También se nos presenta, en el 2º capítulo, la cuestión principal de la novela: don Alonso, espoleado por un antiguo camarada de su etapa en la marina, Marcial, desea unirse a una escuadra que saldrá de Cádiz en unos días y que, en alianza más o menos forzosa con Francia, va a plantar cara a la marina inglesa. ¿Qué importa si se tienen 70 años, cuando se posee una mente lúcida y un corazón valeroso? Si hubieran pedido consejo a don Alonso, no hubiéramos sido derrotados años ha por los ingleses, ¡sin duda alguna! 😉 Qué pena que en esa casa solo haya una mente lúcida, la de doña Francisa, que ya se perfila como uno de los personajes secundarios entrañables.
También vislumbramos el primer gran amor de Gabriel: Rosita, la hija de sus amos, de su misma edad y compañera inseparable de juegos… hasta que se convierte en una señorita y decide tratar a Gabriel como un empleado más de la casa. Os confieso que, si no hubiera comentado antes que se casaría en pocos meses, hubiera albergado alguna esperanza de que la señorita se fijara en nuestro narrador. Que nunca se sabe dónde nace el amor y las barreras clasistas que puede echar abajo… Pero parece ser que el de Gabriel y Rosita no será uno de los romances sonados de la literatura.
Cuando asistimos a la riña entre don Alonso y doña Francisca a raíz de su posible embarco, ya me imaginaba yo que acabarían saliendo en secreto y por la puerta de atrás, porque la señora no es de esas que den su brazo a torcer, y más cuando lleva toda la razón. Así que no me extrañé ni un pelo cuando, efectivamente, se escaparon de su propia casa para vivir su última aventura, o la primera, según en quién estemos pensando. Y no podemos por menos que empezar a preguntarnos ciertas cuestiones porque, aunque no sepamos mucho de guerras navales, ¿¿qué pintan un anciano de 70 años, un marinero aguerrido pero al que le falta la mitad de los miembros de su cuerpo, un chaval que nunca ha montado en barco, y un artillero de tierra?? La empresa no parece que vaya a ser un éxito, pero esperemos que se salven, aunque solo sea para ver a doña Francisca echándoles uan bronca bien merecida… No sé si estoy pecando de optimista, ¿qué opináis vosotros?
Yo creo que o a) el encargado de enrolar a la tripulación decide que hay una cierta edad en la que los hombres deberían dejarse de tonterías y quedarse en su casa, o b) doña Francisca les alcanza y lleva a mamporrazos a su marido de vuelta a Vejer de la Frontera.
Podéis comenzar a opinar sobre los personajes, si ya tenéis algún favorito (sospecho que doña Francisca ganará por mayoría absoluta), y sobre qué os ha parecido este principio. Para mí ha sido muy prometedor, y además me he encontrado con que es una lectura muy amena, muy divertida y muy, cómo decirlo; española. De alguna manera, y salvando todas las diferencias, me recuerda un poco a las películas que no he visto de Alfredo Landa, jaja.
El humor de estos primeros capítulos me ha enganchado a esta lectura de los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdos. Nos describe a los españoles muy sutilmente esa manera de ver la vida.
Me ha parecido un sainete perfecto. D. Alonso que no es capaz de ver que ya en un señor mayor y quiere seguir peleando por la patria, su mayor honor. Doña Francisquita con los pies en el suelo e intentando poner a su marido en el mismo nivel. La hija un personaje de segundo nivel y Gabriel que nos cuenta esta historia fascinante.
“Era Doña Francisquita una señora excelente, ejemplar, de noble origen, devota y temerosa de Dios, como todas las hembras de aquel tiempo; caritativa, discreta, pero con el más arisco y endemoniado genio que he conocido en mi vida”.
Excelente lectura.
Teresa
jejeje, ¡esa es doña Francisca!
Estos señores entrados en años que piensan que, por tener un espíritu joven, el resto de su persona también lo es 😉 Ayyy pobre don Alonso; espero que no embarque!!
No recuerdo haber leído nada de este clásico, por lo que seguiré con mucho interés vuestros comentarios para ir formándome una opinión.
Besos
Isi, ¡estás en lo cierto! Me encata Doña Francisca, no lo puedo remediar. Su frase genial de “¿Es que no os han derrotado ya bastantes veces?” Resume la situación histórica del país como nadie.
Recogiendo la opinión de Teresa, yo también creo que Galdós es un genio enganchando al lector desde el principio. Conoce los mecanismos de escribir para el gran público: comedia, intriga, misterio, hablarle de tú a tú. Si os fijáis, queda muy claro que está escribiendo para ser leído. Es decir, Galdós no escribe para él y cuatro intelectuales entendidos en la materia, escribe para todo el mundo, su testimonio, su opinión, es universal. Me parece una de las mejores ficciones históricas por su lenguaje universal, por su versatilidad, por su encanto y porque resulta atemporal.
En otro orden de cosas, me encanta también Marcial y su vocabulario propio, ¡es divertidísimo! ¿Los motes que le pone a los generales? Atención a este personaje, porque tiene un carisma muy especial y será el alma de la tripulación, en cierta manera.
Por cierto, ¿no os sorprende un poco al principio que Gabriel narre con tan buen pulso cuando nos confiesa que es un pilluelo sin educación ninguna? Claro, luego pensé que todavía queda mucha historia por contar y que con los años se iría refinando, pero al principio me confundió un poquito.
Quiero destacar una frase de Gabriel que me dejó encantada como historiadora y lectora empedernida: “Mi relato no será tan bello como debiera, pero haré todo lo posible para que sea verdadero”. Ah, amigo Galdós, eso es imposible, pero gracias por intentarlo y legarnos tu visión de la Historia.
A mí el principio, con tanto sentido del humor, me encantó y me enganchó a algo, que en principio, pensé que podría ser más arduo.
Ya solo la primera frase en la que nos dice que nos nos puede contar su árbol genealógico, porque lo ignora por completo, ya me conquistó.
Está claro que Galdós dosifica muy bien las partes más ligeras, para que lo que viene, una batalla naval es obvio, se haga más llevadero. Además es una gran idea que para situarnos en el contexto histórico, conversen unos personajes cercanos y muy graciosos, en vez de que se desarrolle una conversación “a alto nivel”, no sé… entre almirantes, en un despacho, que aburre a cualquiera.
Por supuesto que doña Francisca es la que dice las grandes verdades, entre las que destacaría la genial frase (me he adelantado a Mónica que también quería mencionarla)
– ¿Es que aún no os habéis cansado de que os venzan?
Que resume mejor que una larga relación de batallas, la idea de que francamente, los españoles no ganaban ni a las chapas.
También me parece genial que al “Medio hombre” que sin duda es el más entusiasta soldado que uno pueda imaginarse, le llame “Marcial”.
Al final no me he adelantado, pardiez 🙂
Es verdad, Mónica, que está escribiendo para la mayoría, no para cuatro intelectuales de su época, lo cual se agradece, porque es lo que hace que nos esté gustando tanto, creo. Le perdonaremos que no sea todo verdad de la buena, como todo libro de historia debería de ser, jajaja.
Pero cómo se van a cansar de que les derroten, chicas, si ellos dos, Marcial y don Alonso, están convencidos de que podrían haber ganado si les hubieran hecho caso en sus apreciaciones, si fueran ellos los capitanes y responsables de la tripulación!! Así es imposible que tengas una visión objetiva del caso que les ocupa, en este caso, la inferioridad española en, entre otras cosas, la guerra 😉
Pakiko: gracias por seguirnos.
Lo malo del libro es que todos los personajes me gustan. Me cuesta incluso decirte uno por encima de otro. El personaje de Gabriel, por ser el narrador y el que nos proveerá de futuras aventuras, es imprescindible y entrañable por lo que todos sabemos. Pero ¿qué me dices de Malespina padre? (menudo nombrecito, por cierto), pero qué divertido que son las trolas. Personaje inolvidable. Marcial también, con esa pata de palo que en plena batalla da gracias a Dios de no llevar una de carne y hueso. Y Alonso, que hasta en la guerra pensaba en Paquita, ¡Ahora verá mi Paca cómo era tan importante que yo haya que tenido que venir! Todos me han gustado muchísimo.
Fíjate, yo no sé si será por la época, o por influencias de otras literaturas que fuesen clásicos para un Benito Pérez Galdós. Pero esa forma de dibujar a los personajes, que sin quitar realidad a lo que en realidad hay, son los personajes todos divertidos, por el uso de la exageración o ironía. Me recuerdan a los personajes de Cándido. También pudiera ser por que igual estas historias se publicaban por entregas en periódicos (no lo sé, estoy inventando), y a lo mejor por eso, era una técnica de enganchar al lector.
En fin, corto el rollo, y voy a leer “tan suculentos comentarios” jeje
Me apunto para la reseña la frase que Mónica ha rescatado del libro, porque es así:
“Mi relato no será tan bello como debiera, pero haré todo lo posible para que sea verdadero”
Bueno, le quitaría el NO 😛
En los personajes, tampoco se puede olvidar a Doña Flora, jeje.
En fin, me callo ya un poquito 😛
Isi, no es que no quiera hablar, que yo hablar, hablo(jeje) es que no me ha dado tiempo de leerlo y quiero hacerlo antes de leeros, me paso cuando esté, en estos días estoy por aquí de nuevo. Besitos
Icíar: por dios, que tú te has pasado de capítulos!! 😀 Yo solo he leído hasta el 7º, así que no sé nada de doña Flora, ni de la pata de palo de Marcial… Eso sí, Malespina padre es la leche: si es que qué sería el mundo sin él, verdad? 😉
Pues no sé si se publicó por entregas (habrá que investigar o preguntar a la especialista, Loque), pero es verdad que todos los personajes tienen su punto, y que así da gusto seguir la lectura, porque no te aburre nunca!!
Marilú: pues venga, que estos 7 primeros se leen en un suspiro y nos cuentas qué te está pareciendo y cuáles son tus expectativas!!
Icíar, creo que no, que los Episodios Nacionales no se publicaron por entregas, aunque tampoco estoy muy segura. De hecho creo que su objetivo era crear novelas populares, muy cortas (no llega a las 200 páginas) y que enganchan con facilidad, por lo menos este Trafalgar.
Malespina es un personaje genial, un poco Baron de Munchausen, pero creo que hablaremos más de él en la segunda parte.
Ah, que me han adelantado que en los siguientes libros hay mucho más romance que en este.
Nunca me había animado a comentar pero la verdad es que esta vez me habéis traído tantos recuerdos que no he podido resistirme. Aún estaba yo en el instituto cuando le regalamos a mi padre por su cumpleaños Cabo Trafalgar de Pérez-Reverte y después de leerlo lo dos me comentó que él había leído en la Universidad una novela de Galdós que cursaba sobre los mismos acontecimientos y que le había gustado más, así que me la prestó y la terminé en unos días. De eso hace ya muchos años y no recuerdo gran parte de los detalles de la historia (de hecho me ha pillado por sorpresa retener aún que va a pasar con los personajes, lo creía más que olvidado) pero sí que recuerdo bien lo mucho que me gustó el libro y lo que me dió que pensar que Gabriel arrastrado por las circunstancia y con el único propósito inicial de ganarse el pan termine siguiendo los sueños de gloria de un anciano hacia una muerte probable.
La representación alegórica del desorden y la falta de preparación en el ejército español a partir de la extraña comparsa que parte para luchar también me parece muy ingeniosa como otra forma de relacionar y analizar los sucesos históricos que se van a describir en la novela.
Espero que disfrutéis mucho con el resto de la obra.
Loque: pues si Malespina embarca con ellos, no me extraña nada nuestra derrota naval, no 🙁 Estaba abocado al fracaso desde antes de empezar!!
Ohhh más romance, qué bien 😀
José: verás cómo en este mes te lo vamos recordando poquito a poco 😉 . Mira, tengo en casa Cabo Trafalgar, así que igual me animo, para comparar, cuando termine con el de Galdós.
Pobrecito Gabriel, que no sabe dónde se mete, pero claro, a esa edad, con las promesas de gloria a la patria, en fin, ya se sabe, jaja
Más cositas: me gustaría llamaros la atención sobre la caña que les mete Galdós a los gobernantes de la época. Dice que Godoy no tiene estudios (mira, como casi todos los políticos actuales), que es un mediocre y que va a ser la ruina del país. Los personajes se quejan de que todo está cada día más caro, que no hay dinero ni pagar a los soldados, ni equipar decentemente a la armada, ni para pensiones de heridas de guerra. Dicen que todo el dinero se queda en la corte para pagar al necio de Godoy y al resto de ministrillos (¡¡qué actual!!).
Ah, sí, Malaspina es todo un fantasmón, eh? Me parto cuando explica eso de que mata a 142 soldados con una sola bala poniéndolos todos en línea. Y que cuando va a Inglaterra se hace íntimo de Pitt, Burke, Cornwallis, Jorge III… “El chistoso español” dice que le llaman. Menudo pájaro!! Pero me reí con estas aventuras que se inventa. Me pareció una manera muy graciosa de Galdós de introducir a personajes históricos en un contexto de ficción.
Hace tanto tiempo que lo leí que, la verdad, es que lo que cuentas no me suena de nada. Qué desastre!
José Daniel: Cuanta razón tiene tu padre, donde esté Galdós que se quite Pérez Reverte, dónde va a parar.
Mónica: No puedo estar más de acuerdo con lo de la crítica a Godoy, del que se dice que no tiene estudios, y que lo único que sabe son “Veinte maneras de bailar la gavota”. Buenísimo y realmente actual.
Creo que Malespina no es el que se embarca, sino su juicioso hijo, aunque sí que va a ver los toros desde la barrera, como le decía a Doña Francisca su marido “Vente que es muy bonito” o algo así. Precioso, vaya.
Ays, cuántos recuerdos me has despertado!!! Si es que lo leí hace años pero al personaje de Gabriel le tengo un cariño. Y ver cómo va creciendo en cada novela. Y cómo va superando todos los obstáculos para conseguir su amor… Y hay personajes tan entrañables en todos ellos. Y esa forma peculiar de Galdós de engancharte a la historia, que se leen las páginas solas… ¡Me encanta!
Besotes!!!
Esta primera parte ha resultado realmente divertida. Principalmente el vocabulario Marcial es especialmente pintoresco. El personaje ya vale la pena con esa gran pasión por la marina y por la vida en general. Una persona que se rie de sus desgracias y hace chistes sobre todas sus pérdidas: cerrar el portalón de estribor (pérdida del ojo), quedarse sin la serviola de babor (rotura del brazo), etc…
Doña Francisca con su punto de vista tan práctico y tan realista. ¿Para que sirven las guerras?. Que gran verdad.
La huida de los tres hombres: Don Alonso, Marcial y Grabielillo a espaldas de las mujeres, resulta también muy cómica y muy de la novela de la época. Y por último pero no menos importante, el Viejo Malaespina con sus trolas que es el retrato del pícaro, aunque en este caso de buena posición.
Mónica: es verdad, que se me quedó en el aire el tema político… Es de actualidad, y es que da una rabia que sea de actualidad, ¿verdad que sí? Se ve que la casta de ineptos lleva años gobernándonos y todavía no hemos dado con la solución a este despropósito…
Bueno, y Malespina mató solo a 142, porque a partir de ahí la fila de soldados se desvió, que si no…. 😀 jajaja, qué tío!
Laky y Margari: las dos caras de la misma moneda, jajaja. Igual cuando avancemos hasta los capítulos finales te acuerdas un poco más, Laky, que la batalla tendrá que ser de esas qeu se quedan grabadas a fuego, sospecho (yo todavía no he llegado).
Margari: tengo ganas de ir conociendo a Gabriel, te lo digo en serio! Es verdad que la lectura es de lo más sencillota, y te engancha!!
Loque y su muñeco de vudú de Pérez Reverte 😉
Mariuca: veo que también te está gustando. Es que cada personaje tiene su punto y te ríes con todos ellos y sus ocurrencias, jeje.
Lo del vocabulario de Marcial a mí me recuerda a la manera que los andaluces, en general, tienen de cambiar las palabras, abreviarlas, etc, jejeje. Vamos, como hoy en día, pero claro, él tiene términos específicos de su oficio de marino. Dentro de unos capítulos le veo dando mamporrazos al enemigo con su pata de palo!!!
Loquemeahorro: Tu forma de verlo me has traído otro recuerdo. En concreto el de mi madre y mi madrina, ambas profesoras de lengua y literatura, riéndose de que mi padre y yo comparásemos a los dos autores.
Es verdad, no se puede comparar la velocidad con el tocino 😉
Otra cosa que me ha gustado mucho de leer a Galdós en su temática más histórica es que sirve para recordarnos que leer sobre batallas y hechos reales ¡¡No tiene por qué ser aburrido!! Y que tenemos autores españoles igual, o más, de buenísimos que los anglosajones en estas lides.
Ah, sí, “Cabo Trafalgar” de Pérez-Reverte es sumamente aburrido, aburridísimo. Y mira que a mí este autor me parece bastante entretenido y que me quité el sombrero con su “La sombra del águila” (¿a qué sí, Isi?).
Y nos recuerda que la novela histórica no la escribió Christian Jacqs (una vez fui a un club de lectura que la moderadora creía que era la cumbre del género), vale que tampoco fue Galdós, pero no es nada mal referente.
No la “inventó” quería decir.
jajaja Loque, qué bueno lo de Christian Jacq. Tienes que reconocer que puso de moda lo egipcio, ehh?? 😉
A mí me gustaba mucho Christian Jacq, como dice Isi, fue un pionero en poner Egipto en el mapa de la novela histórica. Y me encantó su serie sobre Ramsés II. Pero ahora estoy alucinando con Galdós y Posteguillo (en el sentido historico) por su calidad y amenidad y lo divertidos que son. La Historia mola!!
Mónica: si lo dice una historiadora, no cuenta!! jajaja.
No he leído nada de Santiago Posteguillo todavía (menudos tochazos sus libros), pero me encantó también la pentalogía de Ramsés, y la trilogía del Juez de Egipto; esas son mis favoritas. Los leí en mi tierna adolescencia y estaba enganchadísima: me acuerdo que me aprendí todas las dinastías con sus respectivos componentes, jeje. También leí alguna novela de Egipto de otros autores, pero ya no era lo mismo; Christian Jacq era único 😀
Igual que don Benito es único también y ya no podremos comparar novelas ambientadas en la misma época como, por ejemplo, las de PR 😉
Pues coincidimos totalmente con Jacq, la pentalogía y el juez de egipto también son mis favoritos!!!Aunque las dinastías tuve que aprendérmelas por otros motivos 😉
Te recomiendo muchísimo a Posteguillo cuando te apetezca leer novela histórica de la buena. La trilogía (tochazos) de Cornelio Escipión es buenísima y tan amena y divertida que hasta las batallas te parecen tan espectaculares como en el cine. Para mí, es tan bueno como Colleen McCullough o Simon Scarrow, por citar a dos anglosajones.
(Uish, loque igual se nos mosquea si hablamos de Jacq y Posteguillo en la entrada de Trafalgar).
Para mí está siendo toda una sorpresa. Los episodios nacionales es una asignatura pendiente desde hace muchos años para mí. El pobre De D. Alonso me cae bien jijiji. Su señora es la que lleva los pantalones pero él es el que hace lo que le da la gana. Si yo fuuera su mujer le manadaria con su madre pero como no lo soy me rio de esos pensamientos que debe tener al poseer 70 años y comportarse como si tuviera 20. Envidia pura la que me da.
Lo que más grima me da es ver cómo para ellos la guerra donde se perderían miles y miles de vidas sólo es una especie de juego.
Mónica: pues no he leído nada tampoco de esos otros dos autores! Loque nos quiere igual, me parece 😀
Nada, ya tenía ganas de leer a Posteguillo, y ahora lo necesito leer yaaaaa. Pobrecilla tú con las dinastías!
Eva: jajaja don Alonso es un espíritu joven, es verdad, pero hombre, tampoco es como para irse a la guerra con 70 años, mujer!! Ellos están convencidos de que saben arreglárselas, y yo no les veo, la verdad. Son muy graciosos. Me ha hecho gracia lo de mandarle con su madre 😀 Yo creo que la madre le llevaba de vuelta a escobazos a casa de doña Francisca jijiji
Llego casi tarde a comentar los 7 primeros capítulos, pero he tenido unas semanas que… telita.
Justo acabo de terminar el capítulo 7 y reconozco que me está gustando mucho. Me ha encandilado el estilo, en un momento de mi vida en que estaba cansada de narraciones cinematográficas, encontrarse con algo así de elaborado, pero tan bonito de leer, no sé… me ha encantado.
Los marineros… en fin, yo no sé cómo va a terminar esto. Y fíjate que se me había olvidado el nombre del chico, del protagonista!! Como sólo lo dice al principio 😉
Pues a mí Doña Francisca ni fú ni fa… al menos de momento. Que sí, que tiene razón, pero que no sé… No me termina de caer bien.
Eso sí, de historia me estoy enterando un poco de la mitad, entre que lo he leído a saltos y que el estilo es enrevesado… O yo que me estoy volviendo idiota :S así que tu resumen me ha venido estupendamente 😉
¡Besos!
Lady: pero has llegado, que es lo importante. Me alegro de que te esté gustando y que haya sido una “ruptura” con las lecturas anteriores.
¿¿No te gusta doña Francisca?? Yo todavía no he leído mucho, pero me la imagino subiendo a bordo a por su marido, jaja.
En cuanto a la historia, creo que lo principal es saber que somos (éramos) aliados forzosos de Francia gracias a la perspicacia de Napoleón y a que Godoy es, bueno, como nuestro presidente actual, para que nos entendamos.
Yo también ando algo agobiadilla; te digo que leí los capítulos el día antes de la reseña porque estoy con el First y no sé qué me pasa, que no me concentro en nada a no ser que sea en inglés, y además me siento culpable si me pongo a leer algo en español. Qué cosas!
Tampoco es que la odie, pero ni fú ni fa… Nu sep.
Hija, te has puesto tan a saco con el inglés que ahora no quieres otra cosa xDDD
Me he acordado de una frase de la discusión entre D. Alonso y Dña. Francisca. Dice la mujer:
– Tú no me has visto enfadada
Y añade el texto “La veía todos los días”.
¡De momento estoy encantado con la lectura! Ya he pasado el ecuador de la novela (no estoy teniendo mucho tiempo para leer). Si has avanzado, ya tendrás algunas respuestas para las preguntas que planteas en esta entrada. ¡Besos!
Jesús: yo también, mira que la estoy leyendo a cachitos por culpa del examen, pero me está gustando muuucho.
Y sí, nada de lo que yo me imaginaba ha sucedido, aunque por fortuna todos los personajes siguen vivos….
con un poco de retraso vengo a comentaros que me han parecido estos primeros capítulos:
Cuando mi abuelo me presto el libro pensé que seria como otros tantos que a intentado que leyese antes y seguramente acabaría olvidado en un rincón, sin embargo desde el principio el autor me ha conquistado con ese humor suyo y el ser gaditana y conocer todos esos rinconcitos que el protagonista nombra también ayuda. Me he criado oyendo hablar de la batalla de trafalgar así que ya era hora de que leyese algo parecido ^^. si no fuera por lo incomoda que es la edición que estoy leyendo (es mucho mas largo que un libro normal lo que hace que no lo pueda sacar de casa) iría mas adelantada.
besotes!!
Antarinith: me alegro mucho de que te esté gustando la novela. Y bueno, no me puedo imaginar lo contento que debe de estar tu señor abuelo 😉
Supongo que tiene que prestar mucho más cuando uno lee sobre su propia tierra y las historias que ha oído sobre ella. Espero que por fin te aclares con la batalla de Trafalgar, ya verás qué bien lo explica “Gabrielillo”, jeje.
En cuanto ala edición, yo tmabién tengo una de una colección de libros que parecen una enciclopedia!!