EL 19 de marzo y el 2 de mayo: Comentamos el final del episodio
18 Oct 2013 por Isi
Este es un post para comentar ya la totalidad de esta trepidante novela.
Avisamos a cualquiera que nos esté leyendo y que aún no haya terminado el libro que aquí se desgranará hasta la última página, así que seguir leyendo o no queda a su elección, pero avisado está.
Lo primero que quiero decir es ¡qué angustia he pasado en estos últimos capítulos!
El lector es llevado aquí al centro mismísimo de la batalla, calle por calle, fusil por fusil. Es casi imposible llegar a hacerse una idea sobre este día; todo el pueblo madrileño en la calle, hombres, mujeres y niños armados casi solo con valor, y algún ocasional cuchillo… Esa masa de gente que consigue transmitir por el aire la sed de venganza al verse ellos mismos los únicos capaces de decir basta, hasta aquí hemos llegado. Me ha sorprendido que incluso don Celestino corriera presto a ayudar a sus conciudadanos a librarse de los franceses.
¿Queréis a España? ¿Queréis este suelo? ¿Queréis nuestras casas, nuestras iglesias, nuestros reyes, nuestros santos? Pues ahí está, dentro de esos cañones, lo que queréis. Acercaos.
Las batallas me parecieron magistralmente descritas, con crudeza, claro, pero siendo testigos de los acontecimientos claves del día gracias a nuestro Gabriel y a sus compañeros. Me ha gustado que don Benito resalte el papel de las muchas mujeres que protagonizaron también la revuelta, que a veces piensa uno en estos acontecimientos como cosa exclusiva de hombres y el Dos de mayo, en concreto, no lo fue.
Cómo no, os traigo aquí las palabras de la Primorosa, que ha estado de cine durante varios capítulos:
-Renacuajos, volved acá. Ea, otro paseíto. Sus mercedes quieren conquistarme a mí, ¿no, verdá? Pues aquí me tenéis. Vengan acá: soy la reina, sí, señores; soy la emperatriz del Rastro, y yo acostumbro a fumar en este cigarro de bronce, porque no las gasto menos. ¿Quieren ustedes una chupadita? Pos allá va. Desapártense pa que no les salpique la saliva; si no…
De verdad os digo, chicos, que yo no sé cómo no pudimos (momento de empezar a utilizar la primera persona del plural) vencer a esos franchutes, con el entusiasmo y el sentimiento patriótico que nos envolvió en ese Dos de mayo. Y, después, las muertes, las búsquedas de aquellos pobres diablos que quién sabía si estaban presos o ya fusilados, la angustia de nuestro Gabriel de portal en portal, superviviente de dos batallas pero que daría gustoso la poca vida que le quedaba ese día por salvar a su princesita Inés… Los ruegos hechos realidad,
y, por último, nada, absolutamente nada.
🙁
Yo no podía esperarme este final de ninguna de las maneras. ¿Qué ha pasado con Gabriel? ¿Y con don Celestino? Ay, me temo lo peor. Por no hablar de Juan de Dios, que miedo me da que haya cumplido sus “amenazas” y se haya llevado a Inés a alguna isla desierta.
Visto lo visto, yo diría que tendríamos que adelantar la lectura del siguiente episodio a… ¿la semana que viene, a más tardar? 🙄
PD: es broma lo de la semana que viene, pero ya casi podemos asegurar que tendremos un Especial de Navidad con don Benito
Sí, sí, ha sido de lo más apasionante y supongo que todos nos hemos emcionado y sentido patriotas, por lo menos durante un rato.
Yo estuve a puntito de gritar “Muera Napoleón” en el metro, que no sé si hubiera servido para mucho, a estas alturas.
Y sí, sorprende que realmente la gente normal y corriente, sin armas ni organización se lanzara a la calle a matar franceses, yo no creo que fuera capaz, la verdad.
Y bueno, un libro que acaba con el protagonista muerto y los demás personajes ¿secuestrados? ¿muertos? nos lleva a querer adelantar la lectura, por supuesto.
pd. Vaya hombre, yo he escogido la misma frase (exacta) de Don Celestino para mi entrada, es que es muy impresionante ¿verdad?
Lo que más me gustó de todo fue percibir la delicadeza y la elegancia con la que Galdós presta todo el protagonismo al pueblo. Y aunque se vale de conocidos del lector, como Chinitas o la Primorosa, el protagonismo absoluto sigue siendo ese pueblo sin rostro, todo pasión. A diferencia de “Trafalgar”, donde se loa la gloria de los héroes como Churruca, Gravina, Álava o Nelson, en este EP no hay nombres propios de generales. Se menciona a un par de oficiales valientes, Velarde y Daoíz, homenaje merecido, pero quién pasa a la Historia por ese levantamiento es el pueblo, sin duda. Excelente narración de la acción, bien trasmitida la imagen de caos y de carnicería, y un ejército francés al que tampoco se juzga y de quiénes dice Galdós que disparaban sin ganas en los fusilamientos “pues no se habían enrolado para semejantes bajezas” ¿qué gloria tenía ejecutar a pobres civiles? El mensaje de fondo vuelve a ser sangrante: los que mueren, los que matan, todos son pobres diablos. Los cobardes son los que ordenan desde la distancia, los que se esconden para que la sangre no les salpique.
Tengo que decir que con estos últimos capítulos lo he pasado fatal porque nos dejan con demasiadas incógnitas.
Todo muy bien narrado, el pueblo en las calles luchando por su España, enfrentando lo que no hacían sus gobernantes y dejándose la vida.
Gabriel cuya valentía ha salido de nuevo en dos ocasiones durante estos últimos capítulos. Me ha gustado mucho el papel de D. Celestino, un patriota capaz de agachar la cabeza antes sus conciudadanos pero que con su profesión y edad no dudó a la hora de salir aunque fuera para animar a los que luchaban.
Pero madre mia, ¿por qué no nos podían dejar este libro más terminado?
¿Donde se han llevado a Inés? Gabriel, sobrevive, lo tengo claro, pero ¿En que situación está? y D. Celestino, como ha terminado todo para él. Supongo que ha muerto, pero se había convertido en un personaje muy importante en esta “historia de España” y lo voy a echar de menos.
¡Qué desagradable y que realista!, pero al mismo tiempo que falta de dramatismo extra ha utilizado el autor para narrarnos este episodio.
Un gran libro. Y ahora por favor a ver cuando empezamos el próximo, que ya vamos tarde.
Mónica, cuánta razón tienes, qué miserables los que se esconden y qué valientes fueron los que salieron a luchar, aunque pudieran equivocarse.
Yo también voy a echar de menos a Don Celestino pero no creo que pueda sobrevivir. Supongo que volveremos a saber de Juan de Dios y eso me encanta, porque es un personaje apasionante.
Qué mal que uno de los grandes de la Revolución Francesa, alguien que legisló para que todos los niños tuviesen enseñanza gratuita obligatoria y comida, alguien que empezó a luchar solo para conseguir la paz dentro de las fronteras de Francia, acabase cayendo tan bajo. Esa corona de laureles de emperador terminó con lo mejor de él. Qué asquito, cuánta muerte por culpa de tanto imbécil.
Ay Isi de mi vida y de mi corazón.
QUÉ DISGUSTO MÁS GRANDE. Después de dos semanas intensitas de lectura “episódica”, después de devorar Trafalgar y La corte de Carlos IV y ver que me sobraba tiempo para ir despacito con esta tercera novela… después de esto, digo, me meten este final. Estaba sola en casa cuando lo leía, y con ese “nada” me entró un nosequé por la espalda que casi me muero ahí mismo. De hecho empecé a mandarle whatsapps a Lady Boheme súper histérica porque pensaba que me habían matado a Gabrielillo… hasta que me di cuenta, tonta de mí, de que el chaval cuenta la historia de mayor y no podía estar muerto xDD
Pero quitando eso: qué intenso todo, y cuánto patriotismo. A mí también me gustó mucho que saliesen las mujeres a pelear, porque es verdad que en estas cosas con la coña de que los generalitos eran eso, hombres, las mujeres eran secundarias, pero no. La verdad es que aunque ya supiese lo que iba a pasar de antemano, estaba con la esperanza de que fuésemos a ganar (ole ahí ese nosotros, eh xD). Y nada, no hubo manera ;_;
Yo digo sí a esa lectura navideña, ya sabes! Que no quiero esperar demasiado a leer el siguiente 🙂
Al fin don Benito de nuevo. Lo leí en el cole y desde entonces me atrapó el autor canario. Es una obra ideal para engancharse a la lectura. A partir de entonces he devorado todo lo que he podido de Galdós. Y quizás este episodio es el punto de partida de la historia de la primera entrega de los Episodios Nacionales, ¡y no le quedan aventuras y desventuras que vivir a Grabrielillo, Inés don Celestino. Yo desde luego no podría esperar tres meses a seguir con la trama
Saludos
Me ha encantando este episodio, lo he dicho ya mil veces, pero es que es tan completo, tan emocionante y tan todo!
Las batallas son impresionantes, te sale el espíritu patriótico por todos los poros, y te dan ganas de salir ahí para ayudarles! No conozco muchos países en los que la población se haya unido de tal forma. Por otro lado, se viven momentos durísimos y tristes, ver como van muriendo esos valientes…
Y el final…¿qué ha pasado? Menos mal que tendremos especial de Navidad, porque creo que estamos todas mordiéndonos las uñas.
Un besazo y muchas gracias por organizar esta lectura! =)
Pues al final parece que se nos ha muerto el prota, por cierto Sasy que no fuiste la única que mandó un whatsapp después de semejante disgusto.
Qué angustia cuando va por Madrid suplicando a los soldados franceses (que como dice Galdós, tampoco se habían alistado para asesinar a hombres, mujeres y niños) que le dejen buscar a Inés, que le maten a él, lo que sea.
Realmente no sé cómo vamos a poder vivir así, a mí el que más me preocupa es Don Celestino, con lo alma cántaro que es, que se cree culpable del Motín de Aranjuez, poco menos.
Ha sido un broche de oro para una genial novela. La descripción de la batalla, desde cómo se fragua hasta la misma lucha callejera, donde los madrileños defendieron sus calles con uñas y dientes. Esto ya lo he dicho varias veces (y probablemente lo repetiré en la reseña), que no volveré a celebrar un 2 de mayo con indiferencia. Ahora sé que ese festivo se sustenta sobre la sangre de nuestros antepasados. Y esos fusilamientos desganados, donde, bien te lo dice Don Benito, muchos no llegaron a morir, y ni siquiera los remataron (como pasa en otros fusilamientos). Muy a tiempo para ese final (de infarto, por favor) que pierde un poco (pero solo un poco) de efectividad cuando la narración es en primera persona. Lo siento, Sasy, pero me di cuenta un poquito antes que tú…. XD
Aunque quedan muchas más incógnitas, que te deja el cuerpo raro este final. ¿Y Don Celestino? ¿Y qué pasa con Inesilla?
Que sepáis que yo voy a leer a Don Benito con acebo colgando de las orejas. Estoy impaciente por saber el destino de Gabrielillo y sus amigos.
Me ha encantado participar en esta conjunta.
¡Besotes!
Es que qué final, madre mía… Y por mucho que se sepa que Gabrielillo vive, que cuenta la historia de mayor… ¿y Don Celestino? ¿Y qué pasa con Inesilla? Yo por Gabriel no sufrí (mucho) porque sabía que iba a vivir, pero por los demás… Ay, qué ganas de leer Bailén…
Me ha encantado esta lectura, y me pasa como a mi hermana, que el próximo 2 de mayo será diferente, aunque ya sabía que celebrábamos la pérdida de una batalla, hasta que no he leído esto no he sabido hasta qué punto… Verlo todo a pie de calle hace que sea diferente.
De nuevo, Isi, gracias, gracias y más gracias por embaucarnos en estas lecturas, por hacerme redescubrir a Don Benito y amarle mucho.
¡¡Besos!!
Isi:
nada más vengo a decirte que por aquí ando, pero sin leer nada que aún no he llegado al final.
Un beso,
Ale.
Isi he llegado tarde, acabo de regresar de un largo viaje a México, pero no dejo el libro, me pongo a ello.
Ya veo mañana como puedo enganchar con todas vosotras.
Un abrazo
Teresa