El esclavo de Velázquez, de Fernando Villaverde
22 Nov 2016 por Isi
Esta es una novela histórica cuyos protagonistas son dos personajes reales: Juan de Pareja, esclavo morisco al servicio de Diego Velázquez y retratado por él en el cuadro que lleva su nombre, y el propio Velázquez, desde su traslado a la corte como pintor del rey. La historia nos cuenta que los padres de Juan se ofrecieron como esclavos ante la orden de expulsión de los moriscos españoles en 1612 y que, casualidades de la vida, el joven Juan entró al servicio de la familia Velázquez cuando se trasladan a Madrid. El pintor comienza su carrera en la corte e introduce a Juan en el mundo de dibujo y del óleo, pues este ayuda al maestro en su taller aprendiendo, a su vez, el oficio. Además, en capítulos alternos, nos traslada a Roma unos años después, mientras Velázquez retrata a Juan justo antes de concederle la libertad, y nos hace partícipes del hilo de pensamientos del esclavo cuando posa para ser retratado por el pintor de reyes.
Dado que no se conservan documentos sobre la vida del pintor, Fernando Villaverde ha querido ofrecer en El esclavo de Velázquez una posible recreación de su vida y la de Juan de Pareja, que después de obtener la libertad también se dedicó a la pintura. Y hasta aquí podría haber sido una lectura estupenda, pero me ha parecido que, dejando aparte la documentación del autor, que se ve que ha sido extensa, y la forma de narrar que tiene, impecable y que además ambienta el relato al usar palabras y expresiones de la época, se ha quedado corta en numerosísimos aspectos. Como novela de ficción que pretende ser, la historia que nos cuenta no tiene trama ni, por tanto, interés alguno; se ve que el autor quiere acercarnos a la figura de Velázquez a través de su esclavo, pero al final habla más del pintor que del esclavo que era, pensábamos, el personaje principal. No hay ningún drama, con el juego que podrían haber dado los moriscos en aquella situación de “esclavitud voluntaria”, y todo en el libro se desarrolla de la manera más apacible: los amos de los esclavos son gente bondadosa, nadie sufre nunca ninguna desventura y, en fin, la lectura carece de emoción. Uno avanza simplemente porque los capítulos son cortos, pero no porque sienta curiosidad en lo que está ocurriendo (ya que no sucede nada, como digo). No tiene mucho sentido escribir una novela de ficción cuando el autor no quiere desarrollar esas partes ficticias.
Como novela histórica no ha sido tampoco gran cosa porque, a pesar de que nos trata de mostrar la situación de la época con respecto a los moriscos, los artistas en la corte, etc., tampoco profundiza en ninguno de estos temas, que podrían haber dado tanto de sí en otro tipo de libro. Hay cosas interesantísimas que toca de refilón y, al final, la novela es una sucesión de escenas que no tienen un hilo conductor: en un momento dado está retratando Velázquez a alguien, y en el capítulo siguiente estamos en la guerra en Cataluña porque el autor quería hablar brevemente de un cuadro que pintó Velázquez en el frente. Además, ya que es un libro dedicado a Velázquez, también considero que habla poco sobre la pintura, el autor se podría haber recreado en muchos cuadros, o en el proceso de creación, o en muchos otros aspectos que, al final, tampoco toca en profundidad. Por poner un símil que hace en el mismo libro, se dan pinceladas aquí y allá que parecen desmadejadas, pero al final no consigue el efecto de evocar el más elaborado bordado de una tela, como le sucedía al maestro.
Intercalados de vez en cuando hay fragmentos de documentos originales de la época (el edicto de expulsión, el acta de libertad de Juan Pareja, etc.) que, para mi gusto, bien podían haber sido introducidos en la novela como parte de ella. Por ejemplo, me hubiera gustado ver a Juan en los festejos de la ciudad participando en los juegos de la época en lugar de que me transcriban un documento con las reglas de tales juegos.
En fin, como veis, es una novela a la que no se le puede poner tacha en el estilo ni en la documentación, pero que como novela, como entretenimiento y como lectura para conocer sobre la época de Velázquez no da la talla. Ha sido un libro que leí para el club de lectura y salgo ahora de la reunión en la que lo hemos comentado para deciros también que a muchas compañeras les ha gustado especialmente. Ya sabéis cómo es esto de los libros 😉
PD: Durante la reunión se nombró la novela La joven de la perla y ¡qué diferencia entre ambas novelas! Las dos tratan sobre la pintura, las dos son ficciones y, sin embargo, solo una de ellas tiene todo lo que se puede pedir a una obra de este tipo.
Título: El esclavo de Velázquez
Autor: Fernando Villaverde
Editorial: Suma de letras
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Páginas: 280
ISBN: 978-84-8365-657-0
Precio: 16,50 €
Estoy de acuerdo con todo el contenido del comentario, aunque yo le otorgo algo más de interés. El libro se podría comparar con un cuadro, que en este caso está compuesto de pinceladas, si bien un poco superficiales, sobre todo en lo referente al retrato de la sociedad que ofrece, ya que solo muestra personas y relaciones sociales amables y condescendientes, que para nada se corresponden con la realidad.
Querido padre: pues sí, el libro es “apacible”; todas las situaciones son lo menos dramáticas que podrían haber sido.
Pensando en cómo se podría estructurar una novela de este tipo, con un personaje histórico real, se me ocurre quizás una especie de colección de relatos, cada relato sobre un cuadro concreto de Velázquez y la historia que podría haber detrás, breve pero intensa. No sé, algo que mantenga el interés del lector…