Middlemarch, de George Eliot
10 Jul 2022 por Isi
A comienzos de año decidí hacer una inmersión lectora en los novelistas victorianos, aunque la única lectura que resultó de tal inmersión fue Middlemarch.
George Eliot (o Mary Ann Evans) escribió su “estudio de la vida en provincias” partiendo de dos personajes, Dorothea Brooke y el doctor Tertius Lydgate, que se presentan como astros alrededor de los cuales giran los demás, independientes entre ellos en cuanto a sus historias personales, pero unidos en tiempo en tiempo y lugar.
Empecemos por Dorothea, el alma de la historia, joven soñadora repleta de ideas y proyectos que suponen siempre el bien para los demás. Lejos de procurarse protagonismo, Dorothea disfruta diseñando viviendas dignas para los trabajadores del campo o apoyando la construcción de un nuevo hospital con la aportación de su modesta renta. No puede disimular su entusiasmo cuando Edward Casaubon, un clérigo anglicano de más edad e inmerso en la redacción de un tratado que expondrá el origen de todas las mitologías, la pide en matrimonio: Dorothea podrá, por fin, dedicar su energía a un proyecto mayor y más perdurable que su modesta vida. Su razón de ser es, ahora, servir a Casaubon para que avance en su libro, ser sus ojos cuando los de él necesiten descanso, extraer las ideas necesarias de los textos; procurar el bienestar para que su marido muestre su sabiduría al mundo.
What do we live for, if not to make life less difficult to each other?
—Dorothea
Tertius Lydgate es un médico recién llegado a Middlemarch. En una época en la que el estetoscopio era un instrumento visto por muchos facultativos como innecesario, Lydgate representa el progreso irrumpiendo en un lugar que se muestra reticente a recibirlo. No obstante, nuestro médico va estableciendo su clientela y, en sus ratos libres, además de colaborar con el nuevo hospital sin remuneración alguna, se encierra en su estudio para investigar métodos de diagnóstico y nuevos tratamientos. No está entre sus planes casarse, pero sus incursiones en la sociedad del lugar le llevan directo al altar con Rosamund Vincy, una preciosa joven que ve cumplido su deseo de desposarse con lo que ella considera un hombre exótico, forastero en Middlemarch, con el que imagina una vida de lujo y emoción.
En lugar de terminar la novela en celebraciones nupciales, la autora decide comenzarla con ellas y así explorar las contradicciones y la lenta extinción de las esperanzas de nuestros protagonistas. Casaubon es, en realidad, celoso, y prefiere impresionar a los demás hablando de su proyecto que llevarlo realmente a cabo, rechazando toda ayuda de Dorothea que, desesperada, insiste en serle útil. Lydgate verá toda su carrera comprometida por su esposa, que está acostumbrada a vivir rodeada de una abundancia que su nuevo marido no le puede proporcionar. La devoción y la pasión amorosa son insuficientes para nuestros personajes.
Tenemos contrapuntos, sí, a lo largo de la historia: la hermana de Dorothea se casa por conveniencia, sin verdadero amor, con un hombre que la respeta y la protege, dándole todo lo que ella necesita (familia, hijos, compañía). El hermano de Rosamund, Fred Vincy, está enamorado de una joven por debajo de su nivel social y cambia, con éxito, sus hábitos de joven vividor para ser digno de ella. El sobrino de Casaubon, Ladislaw, se enamora de Dorothea, permaneciendo en Middlemarch aún ante el rechazo de los demás. Hay matrimonios de gente corriente que se entiende sin necesidad de pronunciar una palabra, y otros de gente pudiente cuya felicidad se ve truncada a cada conversación. Y el lector, inmerso en todas estas historias, verá al doctor Lydgate atendiendo los achaques de Casaubon y será testigo de la devoción sincera de su esposa por su salud y su trabajo, dejando para la imaginación cómo hubieran resultado las cosas si esas atenciones se las hubiera dedicado a él.
Middlemarch requiere una lectura sosegada; me llevó un par de meses en completar los ocho volúmenes originales. A lo largo de la novela nos encontramos la voz de la autora, guiándonos a través de este “estudio” y mostrándonos los espacios en que sus criaturas intentan mantenerse a flote. Me ha entusiasmado de principio a fin, y guardo un especial recuerdo de Dorothea por su candidez y su dedicación por los demás. Quizás se me haya escapado alguna lágrima al terminar la novela.
Muy recomendable, si gustáis, escuchar el audiolibro mientras lo leéis; se disfruta el doble. Y la serie de la BBC, imprescindible como guinda después de la lectura.
Hay varias ediciones más económicas, pero me parece que esta de Alba Editorial puede ser interesante:
Título: Middlemarch
Autora: George Eliot (Mary Ann Evans)
Editorial: Alba Clásicos
ISBN: 978-84-8428-019-4
Páginas: 900
Precio: 36,00€