Siddhartha, de Hermann Hesse
11 Jun 2009 por Isi
Esta es una novela muy cortita que trata sobre la vida de un monje llamado Siddhartha. Desde muy joven destaca sobre sus compañeros, es un visionario, quiere conocer la Verdad y pone todo su empeño en tan difícil e interminable tarea. Probará suerte con cada una de las vidas que es capaz de llevar un ser humano: será un monje asceta y meditador; será un hombre rico, vanidoso y ostentoso; será padre; será un trabajador humilde… Todas las fases por las que pasa Siddhartha le guiarán para finalmente poder alcanzar el conocimiento que tanto anhela.
El conoce personas que cree grandes sabios, pues ya su mirada y gestos así se lo dicen, pero Siddhartha no comparte ni llega a comprender totalmente las doctrinas de estos hombres. Aprenderá a guiarse por su propio interior y encontrará muchos amigos en el camino que actuarán como guías y apoyos.
Me quedo con una frase del libro:
El saber puede comunicarse, pero la sabiduría no. Es posible encontrarla, vivirla, dejarse llevar por ella y hasta hacer milagros con ella, pero comunicarla y enseñarla es imposible.
Elegí el libro por una reseña de Teresa y, ya que no había leído nada de Hermann Hesse y que es un Premio Nobel, fui directa a la biblioteca para poder leerlo. Además ha coincidido que últimamente me han tocado unos libros casi nuevecitos y recién adquiridos, de esos que da gusto leer (véase el lamentable estado en el que se encuentra el libro de la foto de la entrada anterior).
Una lectura amena en la que el monje va reflexionando sobre las diferentes etapas que componen su camino; Siddhartha nos viene a explicar que no nos harán más felices unas normas impuestas, aunque estemos en completo acuerdo con ellas, que las propias, pese a tardar en encontrarlas alejándonos de lo que nos produce dolor y acogiendo aquello que nos hace felices.
Título: Siddhartha
Autor: Hermann Hesse
Editorial: Debolsillo
ISBN: 978-8499899855
Páginas: 216
Precio: 9,45€
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A mi alguien me regaló este libro cuando tenía como 8 años. Por supuesto, me pareció la cosa más espantosa del mundo y no entendí nada de nada. Desde entonces, no he vuelto a leer nada de este autor…me dejó “empachada” por decirlo así…
Cuando Teresa lo mencionó, yo también quise leerlo, pero ayyy tengo tanto por leer que no fui a la biblioteca como Isi (que además, se supone que está leyendo “Un árbol crece en Brooklyn” y ya se le colaron dos libros en el camino…jijiji).
Nuevamente, me doy cuenta de que lo tengo pendiente. Me encantó la cita…es cierto, la sabiduría es algo que la persona alcanza cuando el conocimiento le ha transformado, cuando se ha convertido en parte integral de quien es…y ese es un trabajo que cada quien debe hacer en si mismo.
¡gracias Isi! ¡que tengas un bonito día de asueto!
pd
éjele que les gane a T O D O S y T O D A S 🙂
Pues sí que has sido la primera (me dan ganas de comentarme yo a mí misma para ganarte en la próxima entrada, oye!).
Lo de leer libros de adultos cuando eres niño es terrible; ya lo hemos comentado con los autores y libros “clásicos”, pero es aplicable a todos demás libros.
Me alegro de que te gustara la cita, yo la estaba leyendo y ya pensaba en escribirla en el blog 😉
Y en mi ciudad no es fiesta (me cachis!) pero gracias igualmente. Lo de “ahora leo” lo solucionaré nada más terminar este comentario, así que fíjate la próxima vez que entres. Es que “Un árbol crece en Brooklyn” es el que leo en casa; “Siddhartha” lo he leído por la calle por ser más pequeño, ligero y manejable, que si no voy incómoda!
Un beso Ale!
Yo leí Siddhartha hace ya algunos años, y la verdad es que me encantó. Me pareció un libro repleto de sabiduría, muy oriental a pesar del origen del autor, Por su estilo, me recuerda un poco a los cuentos de Khalil Gibran, aunque Hesse no tenga, por lo demás, nada que ver con su obra. Las andanzas de Siddhartha, que le llevan a probar todo en la vida, y aprender de ello para alcanzar un nivel superior de sabiduría y conocimiento de sí mismo me llevaron a una lectura compulsiva, imposible de detener, de esta alegoría moral.
Otro de los libros de Hesse que más me gustaron fue El lobo estepario. Ya su título me atrajo cuando niño, aunque me ocurrió como a Ale: no era el mejor momento para acercarse a un libro de Hesse. Sin embargo, lo intenté hace unos siete años con mayor fortuna: el libro me gustó muchísimo. Eso sí, el estilo es completamente distinto al del libro que nos ocupa.
Saludos.
Isi, te me has adelantado 😛 Entré en el blog, fui recorriendo uno tras otro y dejé este, por el libro, para comentar con más tranquilidad. Y ¡zas!, aquí va tu entrada, dejándome en un tercer puesto.
Aprovecho para comentar que en mi tierra sí es festivo, pero no en Málaga, así que nada, a trabajar que hay que levantar el país. También para adelantar una de mis próximas entradas: La Córdoba de los Omeyas, de Muñoz Molina. Al leer tu entrada sobre el autor me decidí a buscar ese libro, que tenía pendiente desde hacía siglos. También estoy leyéndolo de camino al trabajo, ya que es más ligero que La ternura de los lobos. Curiosamente, además, leí El lobo estepario camino a Córdoba, la primera vez que estuve en esa ciudad. Así que todo parece unirse en una maraña maravillosa 🙂
¡Buen día!
Este libro para mí es muy especial. Lo leí hace muchíiiiiiiiisimos años 30 quizas, (ALe tenía bastantes más de ocho hace 30 quizás) y solo puedo deciros que para mí fue uno de esos que no solo no lo olvidas, sino que supuso un “antes y un después”. Yo a este tipo de libros les llamo “libros de cabecera”.
Os animo a su lectura.
Buen día a todos.
Homo libris: estábamos escribiendo a la vez, creo. A mí también me ha gustado cómo va Siddhartha escogiendo lo mejor para él, pero claro, con conocimiento de causa, porque es capaz de probarlo todo: la vida de asceta, los lujos, el juego… Sí que parece un libro oriental: te imaginas a los monjes viviendo a la intemperie, mendigando la comida en las aldeas… esto sólo puedes verlo en Oriente, aunque el autor tampoco nos indica un lugar concreto.
De momento, de H. Hesse, tengo pendiente “El juego de los abalorios”, que he investigado y resulta que es una novela futurista y muy extensa, nada que ver con Siddhartha, por lo que se ve.
Espero con ansia tu entrada de Muñoz Molina.
AIO: conozco de sobra qué tipo de libros son los tuyos de cabecera (el primero “El Principito”, ¿a que sí? El mío es “Cirugía en pequeños animales” jijijiji) pero no me había fijado en éste.
Creo que Ale tampoco nos desvelará su edad… 😉
Las tres novelas que leí de H. Hesse (la que comentas, El Lobo Estepario y Demian), las leí seguidas con 18 ó 19 años. La que más me gustó fué Demian aunque de las tres guardo buen recuerdo. Más tarde leí cuentos y poesía del mismo autor.
Saludos, Isi.
No leí nada de él y eso que El Lobo Estepario lo tenía mi hermana (debía ser una de esas lecturas rituales de los 18 años). La verdad es que leyendo tu entrada, apetece probar suerte.
Me ha gustado la frase que citas. Muy sabial.
No tengo problema con develarles mi edad: (redoble de tambores por favor): Hace 30 años yo tenía precisamente 8 añitos….aunque AIO creyera que serían bastantes más 😉 (¿me leo vieja????, o ¿acaso Isi tiene cámara como loquemeahorro y me notan avejentada? ¡pero si soy una chicuela!…el otro día me llevé a mi hija a la universidad y unas compañeras -lindas como el sol- me dijeron que parecíamos hermanas. Yo por supuesto salí flotando de ahí y mi hija se soltó a llorar desconsolada…jajaja)
Perdón por salirme del tema…¿pero es que todos los españoles leen camino al trabajo? ¿nadie maneja en España? (porque espero que Homo Libris no lo haga si va leyendo).
Pronto me lo leeré, ya verán. Que supongo que este también lo tienen en casa de mis padres.
¡Saludines!
Ale.
Laprimadeaudrey: Sólo conozco “El lobo estepario” de las dos que comentas, y veo que es la novela que más sale a relucir, así que la tendré en cuenta. Gracias!
Lammermoor: yo te aseguro que no lo leí a los 18 (hace dos días, vamos 😉 jijiji), pero como dije arriba, parece ser la más famosa y que, además, está bien, así que nos tocará leerla, no??
Ale: así da gusto (a tí, claro, a tu hija no) ir a la universidad! En cuanto a la cámara: pues no, no te he notado vieja; alguna arruguilla cerca del ojo, pero nada importante 😉
Pues yo no leo mientras conduzco y no bebo mientras leo ni mientras conduzo y, bueno, apenas conduzco mirándolo bien. jajajaja; creo que Homo libris va en metro (en mi cuidad no hay; sólo autobús), pero ya no me acuerdo si era él el que lo comentó…
Hola Isi, de nuevo!
Sobre Siddhartha, decirte que no he tenido ocasión de leerlo. (Tengo una lista de lecturas atrasadas… como Drácula, también.)
Sobre La Resistencia, decirte que tiene su fin como primer libro. Es decir, se desvelan las grandes incógnitas planteadas a lo largo de este primer volumen. Te lo puedes leer y no seguir con el resto. Sin embargo, en el siguiente ocurren más cosas, como por ejemplo, es cuando llegan a Idhún. Pero te recomiendo el primero, verás qué sorpresa te llevas con la identidad del último unicornio y del último dragón. Un saludo!
Hola Isi, tu es que no paras, exámenes (que espero vayan bien), post, comentarios, llegas siempre de las primeras, vamos que nos traes de cabeza. 40 comentarios en el post anterior!!!!, enhorabuena 😉
Vamos a Hesse, yo me he leído Siddharta y el Lobo estepario (que se autoprestó no sé a quién…). Me uno a homo libris al decir que este le recuerda a Gibran,( o a “los Robaiyyat” de Omar Jayyam), en cualquier caso es muy oriental.
Como no voy a creer en las casualidades Homo libris,(estoy a la cola en tu próximo de Molina) si justo ayer comenté en el anterior post de Isi que había un libro de correspondencia entre Herman Hesse y Szweig, ya es que me voy a creer lo de las cámaras, je, je…
Ale, yo te veo guapiiisima, será el yoga…
Ale para ejercitar no sólo “lengua y litertura” sino también las matemáticas, a los tuyos tienes que sumarme otros 14 añitos………. , así que tengo la impresesión de ser la primera en algo….. ( en haber nacido??? JO¡).
Volviendo a Hesse, yo también por aquellos años jóvenes lei el Lobo estepario y Demian y aunque ambos me gustaron, guardo más recuerdos de Demian, pero para mi Siddhartha ha sido muy muy especial.
Si, Isi… El Principito tambien ocupa ese lugar privilegiado …. ( confieso que lo he leido no sé cuantas veces en francés y en español).
Saludos
Te has puesto muy profunda y filosófica en esta entrada. Creo que necesitas cambiar a una lectura más desengrasante.
Un saludo
Mónica: te entiendo perfectamente cuando hablas de listas interminables de libros para leer. Y muchas gracias por la información; ya lo ví también en tu blog.
Maribel: y también trabajo, vivo solita (cocinar, limpiar, planchar…) y tengo un novio (al amante ya le dije que no tenía tiempo para tanto). Menos mal que no tengo (ni pienso tener) hijos, que si no, me fugaría a una isla desierta 😀
Bueno, el libro es oriental, habla de Buda como un visionario, aunque no entra en temas religiosos, lo cual me ha agradado bastante.
Oye, pues menuda casualidad, no?? leyendo al mismo autor a la vez… ¡qué compenetración! (deja ya de adivinar lo que pienso, jo!).
AIO: Ale es la primera en comentar, tú en haber nacido… oye, cada uno lo que le toque 😉 Pues voy a tener que autoprestarme “El lobo estepario” ¿me lo buscas tú??? porfaaaa.
Hilario: ¡cómo no me voy a poner filosófica, si es el tema del libro! Tú tranquilo, que yo intento leer de todo (y creo que lo consigo).
Pues yo también me leí este libro, y recuerdo que me gustó, pero hace tanto de eso… que me alegra mucho que me hayas recordado algo de su contenido. Gracias, Isi, por traer siempre propuestas interesantes.
De nada Ana; anda que, aunque digas que ahora no lees, en realidad nos comentas siempre muchos libros que has leído, lo cual me alegra muchísimo!!
Un abrazo muy fuerte!
Hola Isi:
Hermann Hesse fue un escritor muy prolífico y al menos cuatro de sus libros calaron muy hondo en algunos de los que eran mis amigos y contertulios hace ya varios años: Siddartha, Demian, El lobo estepario y El juego de los abalorios: estas novelitas no me hicieron ni cosquillas.
Tiempo después releí Siddartha y Demian, porque conocí otras personas y hablaban de Hesse con devoción… Creo que escuché varias veces la frase: los libros que me cambiaron la vida, o algo así. Y a mí seguían siéndome indiferentes; pero siempre respetaría los pareceres y gustos ajenos.
Hasta que un día un faltoso emplazó a los fans de Hesse, Hermann para los amigos, y tildó al alemán de ser “el pionero/precursor de los autores de libros de autoayuda”. La que se armó. Pero esa es otra historia…
Saludos,
R.
¡R, tienes que contárnosla!
Isi, me encanta el nuevo gadget “leyendo en la calle”
R: Cierto es que el libro me ha gustado, es interesante y te dice muchas cosas, pero tampoco me ha cambiado la vida (cosa que consiguen los exámenes 😉 ). También me intriga esa historia de los superfans de Hermann… a ver si la sueltas!
Lammermoor: gracias, lo puse por Ale, que se quejaba de que ponía que estaba leyendo “Un árbol crece en Brooklyn” y que posteaba “Siddhartha” (antes ponía sólo la lectura tranquilita, la de llegar a casa por la noche y leer un capítulo, y luego uno más, antes de irte a la cama) 😀
¿haber leído El pequeño Buda puntúa? Es que soy la 21, ya que voy a decir??
Este libro estaba en mi casa cuando era pequeña, pero por lo que veo fui afortunada de no intentar leerlo entonces.
Cuando lo vi en el blog de Teresa me lo apunte en la lista esa eterna.
Maribel:
¡gracias! si…es la yoga 😉 ¿también tu tienes cámara allá en el guisante???
AIO:
¡pues eres muy joven! aunque te llevaras el primer lugar por haber nacido. Dicen que la vida comienza a los cuarenta…tú sólo llevas 12 viviendo como se debe jijiji
R.
“Herman Hesse el precursor de los libros de auto-ayuda”…yo tengo unas amigas lectoras que si les digo eso, me parece que les da un ataque…jajaja ¡cuéntanos!
Isi:
No era queja…era una observación solamente…yo me preguntaba que pasaba con el otro libro eso era todo 😀 yo me dije “ya se atoró con la lectura o será que no le está gustando tanto”.
Besitos,
Ale.
pues crece el plan infinito, porque no recuerdo haber leido nada de Herman Hesse, Ale no te preocupes que aqui en España no somos suicidas y en las grandes ciudades se utiliza mucho el transporte publico, asi que no conducimos mientras leemos ni nada por el estilo, yo como vivo en un pueblo, pues lo tengo mas complicado me toca conducir… me ha gustado la reseña Isi, probare suerte con Hesse al menos son libros poco extensos
Hola!! Lo siento, sé que no tiene nada que ver con el tema pero no sé dónde ponértelo. El caso es que me alegro mucho que hayamos coincidido con la percepción de ‘La ladrona de libros’. Sí, es una novela que en su día no me pareció mala, pero que no volvería a leer y tampoco me parece excesivamente recomendable. Un beso
Loquemeahorro: jo, menos mal que no leíste el libro de peque, que si no ahora mismo lo odiarías!!Yo ya te digo que subió puestos en la lista por ser finito para leer por la calle, que si no ¡¡iría por el puesto 186, más o menos!!
Ale: jope, según tu teoría aún no he nacido en la “vida como Dios manda”… Y a todo esto ¿¿en qué clase de vida estoy?? ¿en otra paralela?
Bueno, al parecer lo de que H.Hesse puede ser escritor de libros de autoayuda puede traumatizar a mucha gente… me guardaré de decirlo por ahí…
Ahora ya puedes leerme la mente como hacía yo en el blog de Eva 😉
Carmina: ya me imagino que tiene que ser un rollo coger el coche para ir a trabajar a diario… pero bueno, también tendrá su encanto vivir en un pueblo 🙂
Pues ya contarás a ver si te ha gustado el libro Sí que es corto: el mío tenía 200 páginas, pero el tamaño de la letra era enooooorme (como una aceituna casi 😉 )
Falta una dos días y se encuentra con entradas nuevas y con miles de comentarios. Igual que en loquemeahorro. Yo os escribo desde “au bord de la mer”, que en Sevilla si hemos hecho un peasho de puente y nos hemos venido a la playa a oxigenarnos.
De Hess me he leído el que comentáis, “Demian”, “El lobo estepario” y “Bajo la ruedas”. “Siddartha” recuerdo que lo leí en un viaje en solitario, tranquí, Ale, que iba en tren, Sevilla-Barcelona.
Feliz finde.
Isi, Lammermoor, Ale, (Maribel): Recuerdo que no fue nada instructivo ser testigo de esa trifulca verbal, que degeneró en una serie de falacias ad hominen de ida y vuelta (los contrincantes algo se conocían). Lo que al anti Hesse parecía escocerle, era que alguien creyera que la ficción podía cambiarle a uno la vida, que esos eran los mecanismos usados por los autores de manuales de autosuperación para vender sus recetas y llenarse los bolsillos.
Era evidente que los fans de Hermann habían interpretado a su manera libros como Siddhartha, pero parecían inofensivos, aunque sí medio proselitistas y ladillas (quien quería escucharlos, en buena o mala hora). Y nada más. No hubo golpes… Pero sí fue notorio el encrespamiento de los amigos de Hermann cuando escucharon las palabrejas proscritas: libros de autoayuda!!!
Saludos,
R.
Inma: es que hay tanta gente que ha leído a H.Hesse que ya ves la de comentarios del libro que tenemos! Es un autor muy leído, concluyo. Por cierto ¡¡qué envidia me das con lo del puente!! te imagino ahí en el ordenador, en un descansito de tanto sol… ayy, ya me tocará 🙁
R: menos mal que nos lo has contado, estábamos todas intrigadas!! Gracias por aclarar que no hubo violencia física, es un punto importante 😉
adónde irán mis comentarios? los que se pierden en el limbo blogero?
jo, qué pena Ana, debe pasar en varios blogs esto de perder comentarios. Y eso que mi nuevo blog ya funciona bien… 🙁
Regresé a ver si R. ya había contado en qué había acabado eso de Hesse y los libros de autoayuda y me alegra leer que fue lo que pasó. ¡Gracias R.!
Isi: eres tan chicuela que ni has nacido a la vida “de verdad”. Te diría de todo lo que te estás perdiendo, pero aún me falta año y cacho para llegar…jajaja…pero dicen que es cuando uno se da cuenta de que la vida es un carnaval (como decía Celia Cruz).
Ya te digo, seguiré en mi “provida”; menos mal que tú ya vas llegando y me puedes contar a ver cómo es la de verdad 😀