Adaptación al medio
9 Nov 2009 por Isi
Leía hoy en las noticias que, aprovechando que mucha gente lee en los trayectos de metro o de autobús -me hizo gracia que lo calificaran como “dos viajes en uno”- hay editoriales que han sacado libros para dichas ocasiones. Quizás yo no los eligiera como lectura, pero me ha gustado la idea.
(¿Serán soporíferos estos últimos?)
La noticia nos comenta también la nueva idea de ubicar máquinas expendedoras de libros en el metro (ya nos habían informado los chicos de El bibliófilo enmasacarado). Yo pienso que, una persona que lee normalmente no compraría a no ser que tuviera ya en mente alguno de los títulos y que, por supuesto, los que no leen ni mirarán para la maquinita.
Y por último, habla de que en el metro de Madrid se han instalado pequeñas bibliotecas llamandas Bibliometros. Aquí yo ya me quedo a cuadros: piensen ustedes que en León el metro mismo nos suena a ciencia ficción, así que no digamos que haya bibliotecas en él. Ruego a mis lectores madrileños que nos comenten esto último, con todo lujo de detalles, a ser posible. Yo sólo puedo dejarles una foto:
Oyyyyyyyyyyyy no puedo creer mi suerte ¡PRIMERA! ¡YUPIIIIIIIII!!!
lo siento, no dije nada de la entrada porque ¿qué tal que me ganaban el lugar???? jajaja…la verdad es que son títulos que yo tampoco leería…lo de los bibliómetros me paraece espectacular. Ya quisiera yo de esos en mi ciudad (pero no hay).
Besitos,
Ale.
Jope Ale, qué rápida 😉
Yo también me he quedado alucinada con lo del bibliometro. Los libritos tampoco me llaman (y los de relatos, menos todavía), pero llaman la atención, por lo menos!
Un beso guapa!
es que hoy puse más temprano el despertador porque me dije “¡tengo que aprovechar, tiene tiempo que no puedo llegar primera con mi amiga Isi y esto no puede seguir así!” 😀
Yo creo que tampoco leería esos títulos pero la verdad es que nunca se sabe. El biblioteca, creo que no la utilizaría, porque ni siquiera voy a la biblioteca local. En cuanto a las máquinas expendedoras de libros a mí si que me parece una buena idea, siempre suelo llevar mi libro metidito en el bloso, pero en ocasiones a una se le olvida, ¿qué me decís si se les ocurriera ponerlas en un hospital? ahí si que caeríamos muchos.
Hola,
aquí un lector madrileño!!
pues lo cierto es que llevan bastante tiempo las bibliometros, pero nunca he entrado en una (sorry) ni siquiera sé cómo van… tampoco he comprado libros en las máquinas expendedoras, me lo llevo siempre de casa, y si sé que se me va a acabar en el trayecto… me llevo dos!! jejeje
tengo entendido que la gente de madrid es la que más lee de españa, y creo que es lógico teniendo en cuenta la cantidad de tiempo que pasamos under ground…
besos!!!
Ale: gracias por acordarte de mí 😀
Eva: yo la verdad es que las máquinas expendedoras las veo como capricho, es decir que, a no ser que ya tuviera pensado comprar un determinado libro que está ahí, no lo compraría. Lo de los relatos, es una chorrada, pero fijo que lo venden.
En el hospital triunfaría sin duda, pero sería mucho más humanitario allí la biblioteca móvil, no?
Isma: menos mal que alguien los ha visto de primera mano ¡¡ya pensaba yo que era una foto trucada o algo!! Es que es normal que se lea en el metro, porque normalmente no hacéis trayectos cortos y entonces ¿en qué gastar todo ese tiempo? a mí sólo se me ocurre o música o libro.
Norma esta editiando muy buenos libros
Ha reeditado a Collins y estas buenas antologias
Otro madrileño!!!
La verdad es que el metro invita, y mucho, a leer. Cuando iba a la universidad no paré de devorar libros entre parada y parada.
Lo de los libritos de cuentos para leer en el bus o metro, son curiosos, ya le había echado el ojo a alguno. Lo de las máquinas expendedoras, no creo que tengan éxito, pero seguro que a algún despistado aburrido le saca de un apuro. Lo malo es que son libros “demasiado Best-Seller”, por lo que la calidad no suele abundar.
Y lo del bibliometro, yo nunca lo he utilizado, pero tiene que tener éxito si sigue en pie no?
Saludos
Yo soy una lectora de trenes, bueno primero de “combis” como llamamos a los pequenos buses en Lima, pero cuando me compre mi primer carro deje de leer por un buen tiempo. Ahora que vivo en otra ciudad y tengo que ver lo mismo cuando salgo o voy a trabajar y tengo que tomar el tren, necesito leer, a veces me olvido del libro de turno… ufff que frustrante. Por culpa de eso tengo que ir a comprar un libro para el regreso. Aunque los titulos no sean bueno quiza ayuden a matar el tiempo.
Que vicio!!
Leox: la verdad es que me imaginaba que la recopilación de cuetos sería normalita, pero recordaré eso de que son buenas recopilaciones.
César: yupi otro madrileño!! No me extraña que os paséis los viajes de metro y bus leyendo, porque ¿qué otra cosa hacer? Bueno, la verdad es que en el bus uno se marea un poco, jeje, pero yo apenas lo utilizo (del trabajo a casa 15 minutos a pie; de casa a la uni, 20 minutos).
No me digas eso de que siguen en pie los bibliometros, porque yo me enteré ayer de su existencia!!! 😀
Deborah: entoces compras “lo que haya” para matar el tiempo como se te olvide tu libro; la verdad es que hacer trayectos largos sin lectura ni música… debe ser horrible.
Parece que el transporte público te “obliga” a leer. ¡¡fantástico!! 😉
Bueno, los libritos de relatos para el viaje en transporte público llevan algún tiempo (al menos en Granada, desde hace 4 ó 5 años), y son interesantes, porque lo mismo no llevas en ese momento nada, o no quieres empezar un nuevo capítulo del libro que llevas contigo porque el trayecto es relativamente corto, y te llevas el librito contigo. Yo lo veo interesante para descubrir a algún autor, e incluso para promocionar nuevos autores (en Granada con cada inicio de colección se publicaba el relato del ganador de un concurso que se celebraba a tal efecto).
Respecto a la impresión bajo demanda, no me llama mucho la atención (y menos ahora con el Papyre, jejeje), pero lo de la biblioteca en el Metro lo veo muy buena idea. Imaginad en Madrid, que alguna biblioteca pública te pille demasiado mal, o puedas ir únicamente de cuando en cuando. El metro lo vas a coger prácticamente seguro, así que si en alguna de las estaciones por donde sueles pasar coincide que hay una de estas mini-bibliotecas, bienvenida sea. 🙂
Yo tengo pendiente una visita a Madrid, posiblemente de aquí a un mes, así que haré por buscar una y sacarle alguna fotito.
Besos.
Ups, quise decir expendedores de libros, y no de impresión bajo demanda. 😛
Por cierto, tenía esta última máquina en mente porque creo que en mi empresa se va a evaluar el funcionamiento de una (creamos y realizamos baterías de pruebas de los estándares de dispositivos móviles y redes inalámbricas, pero también hay otros frentes abiertos como la energía solar y, según parece, “cacharritos” como esos). Si consigo traspasar el perímetro de seguridad le saco alguna foto. 🙂
Saludotes.
Eso, eso! saca alguna foto y enséñanos de primera mano a los que somos “de provincias” cómo es el tema este 😉
Parece que, tanto los libros de las máquinas como las colecciones de cuentos son para momentos puntuales, no porque nos apetezca leer eso precisamente.
Lo del bibliometro es sencillamente estupendo, porque se supone que pasas por ahí a diario.
Pues a mí lo del bibliómetro me parece la mejor idea de todas. Si todos los días pasas por la misma estación se te hace de paso para renovar, sacar y devolver. Incluso si hay varios seguro que un libro que no esté en tu bibliometro se podría pedir a otra estación. (Ya estoy haciendo mis propias cábalas sin tener ni idea xDDDD)
Hola a todos
Acabo de descubrir este blog y me ha encantado.
Respecto a los bibliometro que comentais en la foto, los hay en varias paradas de metro de madrid y para sacar libros solo necesitas tener un carnet de biblioteca o te lo hacen directamente con el Dni. No tienen mucha variedad pero siempre es comodo poder sacar libros de camino a casa y ademas van sacando novedades con las estaciones del año.
Yo llevo una temporada usandolos y por ahora estoy muy contenta
Saludos
Elwen: yo ya me imaginaba en el metro sacando libros para el viaje 😀 ¡¡es mucho más cómodo que una biblioteca normal!! (si te coincide, claro)
Isabel: bienvenida, me alegra que te guste el blog 😉
Y además estoy encantada de que comentéis los madrileños cómo funciona este tema: así que van reponiendo con novedades y te hacen el carnet en el acto, y lo de la variedad, pues es normal, hay poquito espacio, pero ahora ¡nadie tiene excusa en Madrid para no leer!
Hola, yo soy lectora madrileña, y bibliotecadicta, pero en concreto no suelo pasar por las estaciones de Metro en las que están estas bibliotecas. Solo he visto alguna de pasada.
Si estuvieran en mi ruta habitual, las utilizaría, sin duda alguna.
Hace años veraneaba en una playa en la que había biblioteca y me encantaba, estaba muy bien pensada, incluso el suelo era para poder ir descalzo o en chanclas.
Ahora las hay en piscinas también, aunque siempre dicen que lo que más pide la gente son revistas.
Lo de las máquinas expendedoras de libros en estaciones de metro tiene su gracia, no sé. ^^ Y por cierto, las recopilaciones de “Historias breves para leer en el bus”, que hay dos tomos, se venden a porrillo. Y el caso es que la elección de relatos es muuuuy buena. 🙂
¡Un abrazo!
Loque: entonces menudo fastidio que no estén por donde tú pasas, estarán en las estaciones más concurridas, ¿no?
Lo de la biblioteca en la playa y piscina me deja alucinada, sería ideal para no llenar la maleta ni la mochila con libros, aunque otra opción es que haya libros en el apartamento, claro jijijiji. Lo de las revistas, es que es casi típico de estos sitios, siempre se ve a gente con ellas.
Alienor: mira que yo me acabo de enterar y vamos ya por el segundo tomo. Creo que en León deberían de hacer una edición especial con relatos supercortísimos, porque los trayectos duran poco más de media hora (los más largos) 😉
A mí lo de pensar que tengo que pasar un buen rato en el metro todos los días (casa-trabajo-casa) me da un poquito de agobio. Al menos en esta etapa de mi vida no me apetece nada. Estoy muy slow últimamente.
Lo de las iniciativas para leer en los trayectos me parecen estupendas. Hace ya años que aparecieron los libros de RENFE que regalaban en los viajes.
Y lo que cuenta Homo libris del concurso y publicación, me parece aun más redondo.
Saludos a todos.
Soy una de las que se compró el (segundo)tomo de relatos Breves para leer en el autobus, lo que no deja de resultar irónico porque soy incapaz de leer en el autobús o en el coche. Lo compré porque es una recopilación de cuentos de diversos autores, bastante buenos, y porque pesa poco ¡Perfecto para llevarlo en el bolso!
Cuando iba a trabajar en tren siempre llevaba un libro -a veces un auténtico tocho, porque solía ser el que estaba leyendo.
Respecto a las máquinas expendedoras … supongo que en caso de apuro. Aunque normalmente cuando voy de viaje siempre llevo mi lectura para el trayecto.
¿Qué más? Sobre las bibliotecas en el metro, debe ser algo relativamente frecuente; al menos yo las ví en Milán. ¿Las usaría? Si estuvieran en una parada habitual, probablemente sí.
Para Madrid y grandes ciudades me parece un excelente idea. Aquí en León en transporte de largo recorrido para el trabajo no utilizamos demasiado, en 15 o 20 minutos estamos. Tendrían que poner Biblioparque o Biblioplaza que es por donde más podemos pasar para ir a trabajar. ¡Y no es que yo lea por la calle! pero hay gente que lee de día y de noche (aprovechando la potente luz de las farolas).
Este año en mis vacaciones de verano tenía una pequeña Biblioteca en la playa, pero los libros eran en portugués, pero bueno, no me hizo falta, la mochila fue cargada de material para la estancia de relax.
ISI, ya sabes que “la cabra siempre tira al monte”, y no puedo resistir el comentario arquitectónico: te diré que esos “puestos” en el metro de Madrid son de PAREDES Y PEDROSA, unos arquitectos a los que ya he dedicado un par de entradas; un día de estos pensaba dedicar otro cometario a esas pequeñas bibliotecas llamadas BIBIOMETRO: te has adelantado, por lo menos para presentárnoslas …
xG
Inma: pues yo que nunca he salido de León, ni me imagino viviendo en una gran ciudad ¡¡y tardar más de media hora en ir al trabajo!! Pero creo que sí usaría el bibliometro, tan a mano!
Lammermoor: entonces lo comprase pero lo leíste en tu casa, pasando del bus ¿no? Estoy pensando que yo las máquinas expendedoras no las podría utilizar en caso de apuro, porque necesito que los libros estén forrados antes de empezar a leerlos, no sé si podría coger uno de la máquina y empezarlo sin más. Tendrían que ponerme otra máquina expendedora de forro…. en fin, que no!
Fíjate, es que aquí los comentaristas son gente de mundo; en Milán nos dices!! madre mía!!
Luci: creo que en León, los biblioparques servirían para que fueran los gitanos a robar, por lo menos! jajajaja me ha hecho gracia lo de las potentes luces de las farolas, ¡¡y mira que he mandado emails al ayuntamiento para decirles que mejoren la iluminación!! Y ni caso que me hacen; les argumentaré que no se puede leer con esa luz y se quedarán pasmados 😀
xGaztelu: hijo, si es que nos informáis bien informados. Creo que ya sólo nos falta el listado de libros del bibliometro. Estoy deseando conocer el resto de detalles!!
No sé si existe la biblioteca móvil, para mí que no. Por desgracia estuve mucho tiempo en el hospital acompañando a mi padre y yo siempre me llevaba mi librito, en una ocasión tuve que comprar uno porque el turno se me alrgó y tuve que esperar una hora a que abriera el kiosco de periódicos que hay en el hospital y que abre cuando Dios le dió a entender.
Hola. Aquí otro lector madrileño y además lector de libros en metro. No creo que para leer en el metro necesites libros cortos, yo me trago lo que haga falta, incluidos los “tochos”. En cuanto a lo de las “bibliometros”, yo particularmente no las uso, pero es que tampoco utilizo las bibliotecas convencionales. Sí que conozco gente que las utiliza, y de hecho tengo entendido que tienen bastante tirón. Están situadas en estaciones con mucha afluencia de público, y resulta bastante cómodo para aquellos que la utilizan a diario. Si es que el metro de Madrid es muuuuuuy grande y con muuuuuucho uso, y no sólo disponemos de bibliotecas, también de exposiciones, cafeterías, tiendas ….
Pasamos mucho tiempo dentro de él, quizás demasiado.
Un saludo para todos.
Vaya lo de las maquinas expendedoras de libros no se el exito que pudiera tener, yo siempre salgo de casa bien avituallada, tanto si tengo que usar un medio de transporte que no sea el bus, como si tengo que hacer colas, cosa que no soporto, con un libro se me hace mas llevadero. Lo de las bibliometro ya me gustaria a mi tener una biblioteca decente en mi pueblo, asi que me ha parecido alucinante y si te sirve de consuelo Isi yo tambien me acabo de enterar del tema. En cuanto a los relatos breves para leer en el autobus, en la cama o donde sea a mi es que no van, yo llevo conmigo lo que este leyendo en ese momento, aunque como ultimamente leo libros muy gordos intercalo alguno mas fino que es el que uso en los trayectos, a costa de demorar la lectura del que tengo en casa
Pues yo no voy a ser menos y también comento como lectora madrileña. Yo llevo siempre mi propio libro, pero es una muy buena idea la del blibliometro. Hay que tener en cuenta que, la gran mayoría de madrileños, pasamos fácil un par de horas diarias en transporte público (casi siempre metro) para ir a trabajar. No es fácil tener el trabajo al lado de casa y por eso todo Madrid está socavado. Aquí os dejo un enlace para que os podáis hacer una idea quienes no conozcáis el metro de Madrid. http://www.metromadrid.es/export/sites/metro/comun/documentos/planos/Planoespsincorte08.pdf
También viajamos a Madrid capital los que vivimos en los llamados pueblos del cinturón, a los que -afortunadamente-, están haciendo llegar el metro.
Tanto tiempo sentados se puede hacer dos cosas: dormir o leer. Lo de dormir también es interesante, pero puedes pasarte la parada, así es que mejor leer. Hay 18 bibliometros repartidos por las 12 líneas de metro, así es que no hay excusas.
Creo que un bibliometro también funciona en Valencia, con anterioridad al de Madrid. No obstante, la idea del bibliometro es de creación chilena. Fue en el metro de Santiago de Chile donde nació -según tengo entendido-, pero es tan buena que se está exportando a otras ciudades del mundo.
Espero que me disculpes, Isi, por la extensión del comentario. No quiero usurparte el blog. 🙂
Besos a todos.
Eva: lo de las tiendas del hospital, por lo menos en el de aquí, tienen de todo y de nada, es decir muy poca variedad de libros, y es un peñazo! Y claro, es mejor llevarlo de casa (casi me atrevo a decir que para tí y para el enfermo, así aprovecha la “estancia”).
Jesús: así que las utiliza mucho la gente, si es que los madrileños leen más! 😉 Está claro que para el metro vale cualquier libro de cualquier extensión; lo malo sería llevar el tocho que te estás leyendo, por no cargar con él, pero poco más.
Jó, hay tiendas y todo!! 😀 Dentro de poco hacen hasta apartamentos!
Carmina: a mí me pasa lo mismo con los relatos; no les acabo de coger el punto. Espero que los del bus y del metro sean muy absorbentes para hacerte súperameno el viajecito! Las máquinas expendedoras… yo sólo utilizo las de café, pero confieso que, por lo menos, me pararía a mirar las de los libros.
Ascen: yo encantada de que nos ilumines a los de provincias con este tema. He visto el mapita del metro; yo sólo he estado en Madrid en una ocasión y fue para ir de la estación de autobuses al aeropuerto, y ya está! 🙁 Tenéis más líneas de metro que en León de autobuses. Lo de dormir, te puede pasar así esporádicamente pero menuda vergüenza, ¿no?
Entonces son los valencianos los pioneros de España, y España no es pionera -lo cual es poco sorprendente, ya me lo imaginaba yo!-. Muchas gracias por tu aportación
Toda iniciativa que pretenda promover la lectura me parece buena. Aunque esta es un poco esperpéntica. En Valencia tenemos metro, pero ni se me ocurriría comprarme uno en una máquina expendedora.
Saludos.
Pues a mí me parece muy buena idea, por el número de horas que pasa la gente allí, pero lo de la máquina expendedora tampoco me convence 😉
Ascen, ¡vaya lección sobre las bibliometro que nos has dado!.
Un saludo.
No era esa mi intención 🙁
¡¡Hola!!
No sabía que existieran máquinas expendedoras… no me he fijado o bien por donde he pasado no había.
Respecto a lo del Bibliometro, sí que lo he utilizado: como se ha comentado, están en las grandes estaciones donde pasa a diario mucha gente. Las abrieron hace ya mínimo dos años (porque recuerdo que hace mucho las usaba). Me dieron un catálogo de bolsillo en el que venían los libros disponibles, además para tomar prestado un libro no hacía falta un carnet expreso, sino que con el carnet de las bibliotecas de la Comunidad de Madrid servía. Para devolverlo había un buzón. Creo recordar que lo abren sólo de lunes a viernes, pero la verdad es que es muy útil, cuando tienes lejos una biblioteca y por esa estación pasas a menudo.
Bueno Isi… ¡¡tienes que venir a Madrid pero ya!! (y no sólo para ver el metro! :p)
Ah, Ascen, un consejo: siempre podrás ponerte un cartel que diga “despiértenme en chamartín”. ¡Doy fe de que hay gente que lo hace!
¡Saludos!
Ascen y Jesús: yo encantada con la lección, y que Ascen se extienda lo que le parezca 😉
Lahierbaroja: entonces son sólo comodidades, sin necesidad de un carnet a mayores ni nada por el estilo ¿habrá conseguido el bibliometro que existan nuevos lectores? Seguro que sí. Lo del catálogo de los libros es una idea estupenda, ya que supongo que será un fondo de libros muy limitado.
Flipo con lo del cartelito: con lo seca que es aquí la gente, seguro que nadie le despertaba! Eso es un ejemplo de confianza ciega en la buena voluntad del prójimo! Y un ejemplo muy gracioso, además.
Un beso!
Hola Isi!
Tenemos los dos tomos de cuentos breves, lo malo es que usamos el bus, jejejejeje, así que tenemos que buscar otros lugares con menos glamour para leerlos…
En cuanto al Bibliometro, existe, pardiez, doy fe de ello, porque hace ya tiempo que lo hemos visto en Madrid, en concreto en la estación de Legazpi.
Un poco más arriba, por aquí más o menos, hay una iniciativa ya veterana que son las Bibliotecas de Verano (si, si, como el tinto), y se trata de llevar fondos de las bibliotecas municipales a las piscinas, los parques, las playas…, y la verdad es que funcionan bastante bien.
Ahh, y por cierto, hoy en las noticias han comentado que los que mas leen de toda España son los niños de 10 a 13 años, porque leen ocho libros al año. Así, que por favor, un poco de seriedad y dejemos todos de mentir con respecto a la edad, pequeñines 🙂
Y cuidado que no se enteren vuestros padres de esta actividad internauta…
Rb
jajaja Roberto, me has pillado!
Bueno la verdad es que no sé a quién hacen las preguntas de las encuestas, porque a mí nunca nadie me ha preguntado nada! Lo que has dicho me recuerda a un post de Ale, en el que decía que los mexicanos leían de media un libro cada dos años 🙁
Lo de las bibliotecas mezclado con el tinto debe de ser todavía mejor jijiji. En serio: ya podían en mi piscina poner una biblioteca móvil, sería estupendo! Pienso yo que hay bastante gente que lee si realizan iniciativas como esa.
Bueno, Roberto, sólo me queda decirte que me alegro de volver a verte 😉
Me encanta leer y sobretodo en el metro y autobús, me relaja mucho siempre que no tenga a nadie justo a mi lado entablando una conversación que impida concentrarme. Me parecen buenas ideas las de las máquinas de libros y la biblioteca. En cualquier caso si no funcionan ya las quitarán. También es cierto que siempre voy con la idea preconcebida del próximo libro a leer. Creo que usaría poco estos servicios pero lo dicho, no me molestarían. También he visto en mercados municipales sitios donde dejas un libro usado y te llevas otro de los que alguien ha dejado. Lo que pasa es que hay poco libro aprovechable.
Un saludo
Aún no he leído ninguno de esos libros, supongo que responderán a estrategias de marketing. Cada lector se organiza su tiempo y escoge sus lecturas en función de su tiempo y ánimo, aunque es una suposición.
Sese: a mí me pasa igual cuando hay alguien conversando o cuando está la tele o la radio encendida, dan ganas de apagarla o de decir al de al lado que se calle! jejeje Yo lo de las máquinas sé que no lo aprovecharía, pero seguro que las bibliotecas sí; estando en un lugar donde pasas a diario, segurísimo que sí! Lo de cambiar libros usados no lo había visto nunca, pero claro, seguro que te interesan poquísimos, o ninguno.
Fernando: estas recopilaciones de cuentos supongo que se comprar simplemente porque te hacen gracia, al ver que lees en el autobús y titulan que es para eso mismo, digo yo! (como yo no voy en bus, pues no me interesan jejeje)
Jo, yo nunca he podido leer en el bus, poque al final, o no estoy al libro, o me paso de parada :S:S:S
Yo fijo que me mareo si lo intento 😉