Anotaciones al margen 3: Doctor Arrowsmith
4 May 2011 por Isi
Como decíamos ayer… Me ha encantado Arrowsmith y quería anotar un par de párrafos que creo que le definen muy bien.
Algunas cavilaciones sobre su sino:
Ser un científico… No es solo un trabajo distinto, de manera que un hombre podría elegir entre ser un científico o ser explorador o vendedor de acciones o médico, rey, o labrador. Es una mezcla de emociones muy oscuras, como el misticismo, o querer escribir poesía; hace a su víctima completamente distinta del buen hombre normal. El hombre normal no se preocupa mucho de lo que hace, solo de que debe comer y dormir y hacer el amor. Pero el científico es profundamente religioso… es tan religioso que no aceptará cuartos de verdad, porque son un agravio para su fe.
Y el comienzo de una ardua investigación puede ser tal que así:
Regresó apresuradamente a su laboratorio de
la incubadora, que estaba en un cuartito del pasillo, y, poniendo el matraz bajo una luz fuerte, se aseguró de que no se había equivocado, que había visto bien. Preparó impaciente una placa del contenido del matraz y la examinó al microscopio. Solo descubrió sombras de lo que habían sido bacterias: delgados perfiles, la forma aún allí pero la sustancia celular desaparecida; minúsculos esqueletos sobre un campo de batalla infinitesimal.
Alzó la cabeza del microscopio, se frotó los ojos cansados, se frotó el cuello reflexivamente… se quitó la guerrera, dejó caer al suelo el cuello duro, se desabrochó el botón de arriba de la camisa. Reflexionó:
-Aquí hay algo raro. Este cultivo estaba creciendo perfectamente, y luego se ha suicidado. Nunca oí que los bichos hicieran eso. ¡He dado con algo! ¿Qué ha causado esto? ¿Algún cambio químico? ¿Algo orgánico?
Como véis, hay grandes descubrimientos que nacen de una gran casualidad… Me ha encantado saber que los investigadores son “víctimas” de su propia investigación, pero lo de “campo de batalla infinitesimal” me ha dejado KO 😉
Pues si que te ha encandilado la lectura, sí. Debe ser que yo nunca he sido de ciencias y no me veo “investigando”, al menos en un laboratorio.
Booki: yo “me hice” de ciencias porque quería estudiar veterinaria, pero la física y la química no eran mis asignaturas preferidas precisamente… jaja, lo que pasa que ahora que las tengo más controladas, creo que me gustan más 😉 Vamos, que el laboratorio lo veo “factible” y creo que por eso me ha gustado tanto el libro.
Siempre me ha gustado la investigación, pero soy una persona de letras, la fisica sobre todo era un caballo de batalla con el que ni quise ni pude luchar, las matematicas las toleré y la quimica me encantaba, pero la verdad animal de letras mejor no se mezcla con numeros
Hubo un tiempo en que estudiaba microbiología y la plaqueta me lo ha recordado. Este libro no debe estar nada mal. Lo anoto para el futuro.
Un abrazo!!
Carmina: jajaja si te soy sincera, yo también he tenido mis más y mis menos con algunas asignaturas, pero pienso que es porque los profesores daban mal las clases porque había años que lo entendía todo y otros que no entendía nada… Pero bueno, ahí están estos libros para que sólo disfrutemos de las ciencias 😉
María: me alegro de que te haya recordado ese tiempo y de que te haya picado la curiosidad por el libro, Creo que no te defraudará.
Yo y las ciencias nunca nos hemos llevado bien. Quizá por eso no me suscita ningún interés. Pero me alegra que te encantara.
Un beso.
Tabuyo: jaja bueno, está claro que es cuestión de gustos 😉
La idea de descubrir algo, de encontrar la solución a un enigma de siglos y siglos parece realmente apasionante, ya sé que la labor del investigador real es menos romántica, pero la idea de partida es fascinante.
Loque: pues sí, la idea mola 😀 Luego la realidad será otra cosa, pero la investigación a mí me parece una rama muy importante de la ciencia!
Sí, ya le eché el ojo en tu entrada anterior. Creo que me gustará 😀
Besos
Icíar: bueno, pues igual puede haber un sorteo de este libro dentro de unos días… 😉 Igual sí, igual no…