Martes con mi viejo profesor, de Mitch Albom
26 Dic 2011 por Isi
Tenía curiosidad por este libro desde hacía tiempo, por la cantidad de ejemplares vendidos y lo mucho que se habló de él hace pocos años. Estaba entre los audiolibros que se pueden descargar gratis en la página de la biblioteca, así que no dudé en descargármelo y escucharlo. Y la verdad es que es empezar y querer seguir conociendo la historia.
Morrie fue el profesor de sociología de Mitch (el autor) en la universidad; no era un profesor cualquiera, sino que trataba de establecer relaciones estrechas con los alumnos, quedaba con ellos para discutir teorías, preparaban proyectos y comían juntos, etc. Suena un poco raro, pero la verdad es que sería genial tener un profesor así, de esos que te tratan como un igual, aunque está claro que todo depende de muchísimos factores, incluido el número de alumnos que hay en la clase (como sea como las nuestras, de más de 100, estamos apañados…).
Mitch y Morrie tenían una relación buenísima, hasta el punto que Mitch se siguió matriculando en las asignaturas que impartía Morrie e incluso fue él el que dirigió su tesis al finalizar los estudios. El día de la graduación, Mitch prometió que seguirían en contacto. Pero entró de lleno en el mundo laboral, ese típico estilo americano en el que vives para trabajar y ascender socialmente y en el que las cosas ralmente importantes pasan a un segundo plano. Por supuesto, se olvidó por completo de Morrie, pues no tenía tiempo para mantener un contacto que no le servía directamente para progresar en su carrera como periodista deportivo.
Pasaron varios años y a Morrie le diagnostican una Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA): es una enfermedad degenerativa de las neuronas motoras que no tiene tratamiento (actualmente parece que hay un fármaco que la retrasa, pero no la cura) y que acaba siendo mortal, aunque el paciente la padecerá durante años. Seguro que a todos os suena la ELA porque Stephen Hawking la padece también.
Morrie adquiere cierta fama, al compartir su enfermedad con amigos y familiares; incluso sale en un famoso programa de televisión, en el que le entrevistan acerca de la enfermedad y su manera de afrontarla. Mitch, por casualidad, ve ese programa. Han pasado 16 años desde su graduación y, de repente, se entera de que una de las personas más especiales e importantes de su juventud, se está muriendo.
Entonces es cuando decide visitar a Morrie. Vence su miedo y su vergüenza al no haber cumplido su promesa de mantenerse en contacto con Morrie, que siempre fue tan bueno y amable con él, y ahora se encuentra postrado en una silla de ruedas. Pero enseguida se da cuenta de que a Morrie no le importa: lo único que cuenta para él es que se reencuentren, que charlen y que retomen su relación en el punto en que la dejaron, como si no hubieran pasado los años. Morrie se siente inmensamente feliz de volver a ver a Mitch, y así lo demuestra.
De esta manera se desarrolla Martes con mi viejo profesor, con las visitas que Mitch realiza religisamente todos los martes, con las conversaciones que mantienen sobre la enfermedad, el amor, la vida y muerte, y las cambiantes preferencias de Morrie por distintas religiones sesgún avanza su enfermedad. Profesor y alumno retoman aquellas conversaciones que tuvieron años atrás, en la cafetería de la universidad, y Mitch aprende a valorar lo realmente importante, mientras semana a semana la salud de Morrie se va deteriorando.
Es un libro bonito, reflexivo y pausado. Todos sabemos que hay que restar valor a las cosas que no lo tienen, que hay que prestar atención a los pequeños detalles del día a día, a las personas que nos quieren… pero yo siempre pienso que viene bien que nos lo recuerden de vez en cuando. Me recuerda mucho a La última lección (Randy Pausch); es del mismo estilo; en el sentido de que una persona que padece una enfermedad terminal nos cuenta cómo es ahora su visión de la vida y cómo es capaz de afrontarlo. Eso sí, el libro de Albom es mucho más pausado.
No sé cómo será la edición en papel, pero el audiolibro es precioso: cada capítulo empieza con unos segundos de música clásica y la voz de cada personaje pertenece a una persona distinta, de tal manera que lee una mujer si el personaje es una mujer, tose y respira difucultosamente si está hablando Morrie, etc. La verdad es que así parece muchísimo más realista, como si estuvieras con Mitch, que es el que nos cuenta toda la historia.
Para terminar, me gustaría comentar que, antes de convertirse en un bestseller, Mitch publicó un pequeño diario de las visitas y charlas que manenía cada martes con Morrie, y que la venta de estos ejemplares se destinó para pagar el tratamiento y la asistencia médica del enfermo. Luego fue conocido en todo el mundo gracias al programa de Oprah, pero para entonces el viejo profesor ya no estaba con nosotros.
Igual consigue empañarnos un poco los ojos.

Encuadernación: Bolsillo ISBN: 978-84-1514015-3 Páginas: 216 Precio: 9 € Propósito personal: No lo cumple RETO 2011: Tc, Tecnecio
Jamás he disfrutado de un audiolibro, pero por lo que cuentas parece una experiencia que no debería perder. Por otra parte, el mismo libro da la idea de guardar una bonita historia en sus páginas.
Me encantó este libro y aunque lo tengo reseñado pero no publicado. Es muy recomendable =)
Miraba este libro con un poco de escepticismo, pero me has animado mucho a leérmelo. Parece uno de esos libros que te hacen llorar y más al saber que es una historia real. Ya tu reseña me ha emocionado, no me quiero ni imaginar cuando lo lea.
Saludos!!
Offuscatio: yo empecé hace un par de años con los audiolibros y los utilizo para cuando voy por la calle, cuando plancho y limpio, etc. Son cómodos pero solo aptos para tareas que no requieren mucha concentración. En cuanto al libro en sí, es muy bonito, sí. Y más cuando sabes que es una historia real.
Marina: anda, pues yo lo tenía en borradores desde hace unos días también y me dije que hoy era el día. Será la última reseña del año, además… Es una historia muy bonita, sí, aunque triste.
Carla: muchas veces tenemos la sensación de que son libros como de autoayuda, pero la verdad es que las historias reales como esta (y La última lección también) son agradables de leer y te hacen pensar mucho. Sí que emociona, sí; ya te digo que la voz de Morrie la ponía un hombre haciendo toses, hablando despacito cuando ya estaba muy enfermo… y da mucha pena.
Nunca he ¿leído?¿escuchado? un audiolibro, la verdad es que preferiría poder leerlo yo. En la librería comenzó hace poco una sección completa a los audiolibros, y la verdad es que he pensado varias veces en comprar alguno. En cuando al libro, una vez me lo recomendaron pero cuando iba a ir a comprarlo me dijeron que estaba agotado… típico. Espero conseguirlo durante el año, y más ahora con la calificación que le has dado. Un abrazo.
PD: ¿Cómo se portó papá Noel en navidad? 😉
Tiene que ser un libro duro de leer. Cuando sabes que la historia que estás leyendo es real, siempre se hace más duro. Una gran reseña la que has hecho, así que me apunto esta lectura entre mis pendientes.
Besotes!!!
Morrie… el profesor se llamaba Morrie… yo no quiero decir nada… 🙂
A mí seguro que me hacía llorar, segurísimo, vamos, con “el otro Morrie” lloré con lo de las gafas, y eso que iba en el metro.
Echo mucho de menos leer…vas a tener que explicarme algo más sobre los audiolibros jejeje.
me han regalado “SIEMPRE” y ” EL TEMOR DE UN HOMBRE SABIO” un besote.
Hola Isi, lo primero desearte unas buenas fiestas. Este libro me encantó y hace muchos alos que lo leí, pero me pareció muy bueno, con buenas reflexiones y lleno de ternura, aunque para las lloronas no es.
Sabes que es una historia real.
Un abrazo
Teresa
Me alegra que recomiendes este libro, aunque no sean las fechas más adecuadas para leelo.
Y es que por la portada nunca lo hubiera escogido. Cada vez que leo del autor de…. me da mal rollo, parece como si la calidad del producto por sí mismo sea insuficiente para “vendrelo”.
Eso sí, nunca mediante un audiolibro, creo que mi capacidad de concentración no da para estar atento a la lectura sin que se me vaya el santo al cielo, jaja
Buenas fiestas, Isi
Siento curiosidad por este libro, espero poder leerlo pronto, y por qué no, quizá mediante audiolibro
feliz navidad
Tengo este libro en el punto de mira desde que este año descubrí al autor con “Un día más”. Las personas que se han acercado a este título sólo tienen buenas palabras para esta historia, y parece que la cosa sigue siendo así. Espero que se cruce en mi camino el próximo año.
Isi, por si acaso, te deseo ya un feliz 2012. ¡Muchos besos!
Pablo: mira que yo nunca he visto un audiolibro en ninguna librería; la verdad es que me los descargo ilegalmente de algunas páginas y legalmente de la página de mi biblioteca, que tienen unos cuantos disponibles para los usuarios. En cuanto al libro, no es muy actual, igual por eso no lo encuentras…
Margari: muchas gracias por la parte que me toca 😉 Es verdad que las historias reales cuestan un poquito más, sobre todo cuando te paras a pensar que el protagonista ya no está entre nosotros… En fin, es un libro bonito y se lee rápido; creo que gustará.
Loque: jejeje no me daba cuenta de que también se llama Morrie. Bueno, menuda casualidad que también sea profesor, verdad???
Amylois: siento decirte que es como leer: necesitas cierta tranquilidad, y me parece a mí que con un crío eso es bastante difícil…. 😉
Teresa: ¡Feliz Navidad a ti también!
Sí, ya sabía que era una historia real, y me ha gustado mucho; también se me escapó alguna lagrimita, jeje, no lo pude evitar…
Sese: me imagino que digas lo de “el autor de” porque en sus otos libros ahora viene “el autor de Martes con mi viejo profesor”, verdad? Bueno, no sé los demás libros, pero este merece la pena por sí mismo 😉
Lo de los audiolibros es a) acostumbrarse y b) tener muuuuchas cosas aburridas que hacer durante la semana como planchar, limpiar y pasar el aspirador…. 🙁
Lourdes: ya me contarás si pruebas. Al principio es raro, pero luego a todo se hace una jejeje.
Jesús: seguro que te gusta, es una historia bonita y Morrie es un viejecito adorable!! Yo no he leído nada más de este hombre, pero me apunto “Un día más”.
Lo tengo super apuntado este libro. Me parece muy interesante y tengo muchas ganas de leerlo. Besos!
Nunca he probado lo de los audiolibros. En Principio no me convence pero igual es cuestión de probarlo.
El libro no me llamaba demasiado la atención pero me has hecho replantearmelo…
Oh por Dios… Esta reseña acaba de romper mi corazón!
Se ve muy lindo, pero admito que se me saldrán las lágrimas sin parar si me lo leo
Algún día tendrá su lugar entre mis lecturas!
En la librería que frecuento venden audiolibros (CD) en unas cajas tremendamente grandes. Nunca me he animado a comprar estos audiolibros, prefiero usar mis ojos 🙂 Hoy pasé por la librería (subí un IMM navideño :P) y encontré Martes…, sin embargo no me animé, y me terminé llevando un thriller de John Katzenbach.
Un abrazo.
Kristineta: estoy segura de que gustará!!
Laky: bueno, ya te digo que no es para todo el mundo y que no puedes escucharlos haciendo cualquier cosa; solo tareas monótonas que hagas casi automaticamente… Yo lo dejo ahí.
El libro está muy bien, de verdad; merece la pena.
Shanny: jaja, la verdad es que todo es muy tierno; además Mitch cuenta cómo a veces se hace un poco el duro (porque no está acostumbrado a expresar sus sentimientos), mientras que Morrie le llena de abrazos, besos y sonrisas 😀 Es muy tierno.
Pablo: por lo que sé, los audiolibros ocupan varios CDs, de ahí la caja grandota 😉 Ahora me paso a ver tus nuevos libros!!
No he leído la reseña porque este libro lo tengo pendiente desde hace mucho y no quiero saber mucho de qué va (sé lo justo) Me quedo con la puntuación que le has puesto 🙂
Besos!
Narayani: tranquila mujer, a mí me pasa lo mismo con las reseñas de los libros que quiero leer. Estoy segura de que te va a gustar, es una historia muy bonita.
¡Me encanta la nueva imagen de tu blog! De este libro he oído hablar mucho y muy bien pero creo que me resultaría demasiado triste.
Masteatro: muchas gracias por la cabecera, a mí también me ha gustado mucho ( y el librito jeje).
En efecto, es un libro muy triste, pero de verdad que es bonito… claro que hay que buscarle el hueco adecuado.
Feliz año.
Este libro me gustó mucho,, muy reflexivo. Pero me parece tras leer tu reseña que la versión en audiolibro es para no perdérsela.
Un abrazo
Va a sonar fatal, pero no me gustó nada este libro, me lo rpestó una amiga y esa fue la única razón de que lo terminara y no lo dejara a las pocas páginas, me pareció aburridísimo y adoctrinador a más no poder. Sé que parezco una malísima persona con un comentario así, porque es verdad que la enfermedad de ese pober hombre es algo muy triste, pero es que esos mensajes continuos de sé bueno, aprovecha la vida y demás, uff, no me gustan nada en un libro.Bueno, al menos tu lo has disfrutado. Bsos
Blanca: coincidimos! El audiolibro está muy bien hecho, de verdad. Así da gusto 🙂
Carol: mujer, no suena mal!! jejeje. Bueno, yo lo calificaría como de autoayuda, ya sabes, pero la historia sí me gustó y bueno, me parece que es mejor enfrentarse a la enfermedad como Morrie y no de cualquier otra manera más negativa. Más que “sé bueno”, a mí se me quedó el “disfruta de la gente que quieres”.
Isi:
este es uno de mis libros favoritos de este autor, es precioso para pensar lo breve que es la vida y como cada instante debe ser intensamente disfrutado ¡me alegro que te haya gustado mucho a tí también!
un beso,
Ale
Ale: pues sí, me ha gustado mucho conocer a Morrie y su manera de ver la vida, aunque la historia sea tan triste.
Yo hace unos años que he leído el libro, y lo cierto es que me gustó mucho. No se trata de un libro de autoayuda ni tampoco de un mensaje lacrimógeno, aunque muchas veces se ha vendido como tal. Es de lectura fácil y entretenida y un poco dogmático y está lleno de detalles como por ejemplo la comida que cada martes le lleva el alumno y que finalmente ya no puede comer el profesor, aunque la va guardando. O como cuando el profesor hace la confesión de que más teme es el momento en que no pueda valerse por sí mismo para lo más imprescindible de la vida. ¿Se temerá más eso que a la propia muerte, en realidad? Who knows. Ni punto de comparación de éste con el de la última lección.
Korua-do (me acostumbraré a tu nuevo nombre): bueno, igual es que temes estar muerto estando vivo. Creo que es eso, que no se te dé la oportunidad de vivir y ser un ser independiente del resto durante los últimos momentos, precisamente. No sé, es un tema muy triste también 🙁 (me estás comentando en las reseñas de libros lacrimógenos, jejee). A mí tambén me gustó mucho el libro, y la actitud de Morrie.
Lo estoy empezando, mi hermano acaba de ser diagnosticado con esta terrible enfermedad, la verdad es que no sé si será bueno para mi leerlo o recomendárselo a él, me atreveré? Son tantos los sentimientos que me embargan………..
Gabbie: no sé qué decirte. El protagonista es una persona muy optimista, pero claro, lo que le sucede es algo terrible.
En todo caso, muchos ánimos. No puedo ni imaginar por lo que estás pasando.
Un saludo!