Vayamos adelante. Las mujeres, el trabajo y la voluntad de liderar, de Sheryl Sandberg
23 Sep 2013 por Isi
Durante este mes de septiembre he estado leyendo este libro gracias a un club de lectura que organizan unas chicas estadounidenses. Vayamos adelante es un libro que allí ha tenido muchísimo éxito, en parte debido a que su autora, Sheryl Sandberg ha sido directora ejecutiva de empresas como Facebook y Google, y en parte por el tema que trata: por qué no hay más mujeres en puestos de poder en empresas, partidos políticos, etc.
Sandberg divide el libro en varios capítulos, hablando de un tema diferente en cada uno de ellos (familia, pareja, mentoring, negociaciones, etc.) y lo hace con mucha sencillez, argumentando sus puntos de vista tanto con sus propias experiencias personales y de otras mujeres cercanas a ella como con resultados de diversos estudios que se han hecho en diferentes campos.
Así, nos habla de cómo las mujeres, desde pequeñas, son educadas de manera distinta a los niños, tanto en casa como en el colegio, premiando los comportamientos que implican no llamar la atención, ser comedidas o más emocionales, ya que una niña mandona, por ejemplo, está peor vista que un niño mandón. También en las escuelas se ha visto que los profesores (y profesoras) dedican más atención a los niños, les dejan participar en clase más, y no permiten que se les interrumpa cuando estén hablando, todo lo contrario que sucede con las niñas; situación que se refleja también en las empresas, por ejemplo en una reunión de trabajo. Todas estas cosas ya las había tocado en el Máster en Educación, y no deja de sorprenderte, porque estos comportamientos son totalmente involuntarios por parte de los padres y profesores, pero suceden.
Sandberg comenta casos de mujeres que no aceptan puestos de responsabilidad pensando que no podrán desempeñarlos cuando decidan formar una familia (a veces la mujer en cuestión ni siquiera tiene previsto ser madre a corto plazo, pero ya lo hace todo con vistas al futuro), y son estas mujeres sobre cualificadas para su puesto de trabajo las que más adelante se sienten insatisfechas e incluso deciden terminar con su vida laboral una vez convertidas en madres, mientras que aquellas que tienen un trabajo que las estimula y que supone un reto diario son más propensas a seguir trabajando una vez han formado una familia. La autora nos anima a aceptar esos ascensos que pensamos que nos impedirán tener una vida fuera del trabajo, porque precisamente suelen ser todo lo contrario.
Entre otras muchas cosas, habla del mito de superwoman, que tanto daño ha hecho, y nos jura y promete que NO podemos hacerlo todo al mismo tiempo, y que por tanto tenemos que delegar obligaciones, por ejemplo, en nuestra pareja. Haz de tu pareja una pareja real, nos dice, ya que una familia es cosa de dos, y ambos tienen que compartir responsabilidades. Nos habla de esos hombres a los que se les pregunta sobre sus hobbies y responden que uno de ellos son sus hijos; y nos dice que si nuestra pareja le pone el pañal al niño en la cabeza, sonriamos y le animemos a que lo vuelva a hacer más veces hasta que le salga la cosa bien 😉
Muchas veces el libro habla de cosas que a mí me suenan un poco a ciencia ficción o a película americana, supongo que debido a las empresas donde ella trabaja, que son de otro planeta, como por ejemplo cuando habla del mentoring y el sponsoring, o de cambiar y adaptar el horario de trabajo a tus necesidades como madre/mujer, comentando que no hay que estar 12 horas en la oficina si has hecho tu trabajo en 7. Son cosillas que aquí no funcionan así porque tenemos horarios predeterminados, y bueno, está interesante saber cómo son en otros lugares, pero no los veo muy aplicables por ejemplo al contexto donde yo potencialmente podría trabajar.
Me ha parecido que la autora lo cuenta todo con mucha sencillez, con muchas anécdotas propias y desde una perspectiva no de gran ejecutiva de grandes empresas, sino de mujer normal y corriente que se enfrenta a los problemas que pueden presentársele a cualquiera. También es cierto que todo este discurso está escrito desde una perspectiva muy diferente a la de una mujer española actual que, por poner un ejemplo, no podría permitirse no trabajar teniendo dos niños a cargo, y eso si tiene la suerte de estar trabajando, claro está; pero sí que es un libro interesante de leer y que te aporta algunos puntos de vista nuevos que, supongo, en algún momento podremos utilizar. Me llamó especialmente la atención el hecho de que las mujeres, cuando queremos negociar o comentar algo con un superior, tenemos que utilizar el plural (nosotros) para comentar nuestros logros, porque el singular (yo) les suena arrogante a los demás; cosa que no ocurre cuando los hombres hablan en singular. Son cosas curiosas.
Por otra parte, durante la lectura pensé mucho en el documental Miss Escaparate, que además aborda el tema de la mujer como un objeto sexual en los medios de comunicación y cómo la mujer triunfadora, en lugar de ser una política o una gran directiva, se ha convertido en la barbie que solo vale por su imagen y que, por desgracia, es el ejemplo para miles de niñas y adolescentes en todo el mundo. Supongo que muchos habréis visto el documental y, si no, es de visionado obligado.
Y para terminar la reseña kilométrica, también quería dejar el post de una fotógrafa (que también estuvo enlazado en facebook durante una temporada en varios muros) que por el quinto cumpleaños de su hija decidió vestirla de princesa, pero de princesa real.
En definitiva, Vayamos adelante se lee rápido y saca a colación varios temas a los que las mujeres se enfrentan día a día, quizás en un contexto un poco limitado a las grandes empresas, pero con unas conclusiones y unas ideas muy interesantes de las que se puede sacar provecho. Además, me parece un libro ideal para clubes de lectura por la cantidad de temas para comentar y discutir.
What you would do if you were not afraid?
Nota: no le pongo nota a los libros de no ficción, básicamente porque me resulta complicado.
Título: Vayamos adelante. Las mujeres, el trabajo y la voluntad de liderar Autor: Sheryl Sandberg Editorial: Conecta (RHM) Encuadernación: Tapa blanda con solapas ISBN: 9788415431671 Páginas: 288 Precio: 18,90 € en papel; 11,99€ en ebook Keep calm and read 20 books in English: 18/20
Qué tema más sangrante tocas hoy. Cuando me incorporé al mundo laboral, hace ya veinte años de nada, descubrí que la sociedad era mucho más machista de lo que yo creía, que las mujeres se seguían haciendo cargo de los hijos y la casa, pero trabajando además y que los hombres “ayudaban”.
Que muy pocos hombres adultos saben cocinar, no quiero decir que sean grandes cocineros, sino que abiertamente confiesan que jamás cocinan absolutamente nada en casa.
Y que se siguen oyendo, a diario, comentarios de hombres y mujeres sobre que las mujeres son peores jefas y cosas como que “las mujeres sois peores porque sois más retorcidas, los hombres somos más noblotes”.
No me llama demasiado, pero si lo veo en la biblioteca lo mismo lo saco y leo algunos capítulos que puedan interesarme. Un beso
Loque: efectivamente, a mí también me han educado para pensar que hay igualdad de oportunidades, pero esta mujer se remite a datos que demuestran que el porcentaje de mujeres que nos representan o que tienen cargos de poder en empresas es muy pequeño, por lo que algo no estamos haciendo bien. Y ahí toca una serie de temas interesantísimos, entre ellos, la paridad en casa y el el trabajo, la majer que tenemos de rechazar ofertas pensando en el futuro en lugar de en el presente, etc.
En fin, que el libro es inspirador en este sentido; te anima a no quedarte en segundo plano y a luchar por lo que quieres.
Pilar: es cortito (la última parte son referencias a estudios y libros, y es como un 30%), y se lee rapidísimo. Seguro que si lo empiezas, no lo dejas a medias.
La sociedad en general es machista y por desgracia no se ven muchos cambios. La liberación de la mujer fue de “boquilla”. Los sueldos de la mujer en un mismo puesto suelen ser más bajos, se la considera peor si es madre, le ponen más difícil cualquier promoción y no hace falta hablar del trabajo. En cualquier ámbito sucede y no es fácil simplemente sonreir e intentarlo, por desgracia muchas veces entran ganas de hacer algo más “físico” y definitivo.
Un saludo.
No es un libro que vaya a salir corriendo para leerlo, pero desde luego es muy bueno para club de lecturas, porque trata de muchos puntos que desde luego dan para debatir. Si lo veo por la biblio, quizás me anime, pero como he dicho, sin prisas, que los pendientes de la estantería se me rebelan.
Besotes!!!
Me parece un tema muy interesante aunque es verdad que no podemos comparar la sociedad americana con la española, sobre todo, en cuestiones de trabajo.
Yo quiero pensar que se debe a la falta de acceso que ha tenido la mujer a los estudios y que, pasados unos años, los puestos de mando estarán ocupados en su mayoría por mujeres, puesto que somos mayoría en las universidades.
Mariuca: es verdad que la igualdad todavía es una utopía, pero bueno, hay que pensar que antes ni siquiera podíamos votar o tener bienes, así que yo creo que sí se puede avanzar, y que precisamente esas mujeres que ahora están solas en lugares de poder son las que van abriendo camino poco a poco. Aunque me gustaría que fuera más rápido, claro!
Margari: pues eso, que si te topas con él es un libro para detenerse un momento y leerlo. Quizás está orientado a un tipo concreto de mujeres y de realidad laboral, pero es interesante de todas formas.
Isa: yo también quiero pensar eso, pero date cuenta de que las mujeres ya llevan una generación en la universidad, pero aún no se ha reflejado en el resto de ámbitos. Supongo que todo llegará con el tiempo, pero no estaría mal acelerarlo un poquito, ¿verdad?
Pese a que es un tema interesante no es un tipo de libros que suela leer. Considero que no me aportan más que un puñado de opiniones… y que me gusta más hablar sobre estos temas que leerlos
Besos
Qué buena pinta tiene este libro que nos traes hoy. Me interesa especialmente el tema de la superwoman y me parece muy ameno que ilustre los casos que presenta con anécdotas. Yo también creo que, además de los organigramas machistas de la mayoría de las empresas, también hay mujeres que prefieren cargos de menos responsabilidad para poder estar más pendientes de sus familias. Es una vegüenza que en pleno siglo XXI todavía sea incompatible eso de tener familia y carrera profesional a la vez (al menos en nuestro país).
Por cierto, hace poco vi en la tele un reportaje sobre mamás directivas y me quedé alucinada cuando la directora ejecutiva de Ikea en Suecia dijo que le hicieron la entrevista de trabajo estando embarazada de 7 meses y que igualmente le ofrecieron el puesto. Anda que eso iba a pasar aquí…
Mientras leo: bueno, a mí me gusta ver otros puntos de vista, y esta mujer desde luego que tiene mucho que contar sobre su vida laboral.
Mónica: jaja ella misma cuenta el caso de una mujer que la contrataron como directiva en ¿yahoo? (ahora no me acuerdo) embarazada, y que salió incluso en los periódicos. Lo pone de ejemplo porque claro, que esté embarazada no quiere decir que no puedas hacer tu trabajo durante el embarazo ni después del parto, ¿no?
Pues eso, que es un libro interesante donde los haya. Quizás ya te digo que esté un poco orientado a mujeres que pueden permitirse decidir si trabajar o no y dónde hacerlo, mujeres con hijos, y tal, pero vale un poco para todas.
A mí me gustó mucho leerlo, y también ver cuán diferentes son las cosas con respecto a España 🙁
Pues me gusta mucho, Isi. Cuando comentas los de las 7 horas en vez de las 12, no estoy segura, pero igual no hay mucho cambio allá que aquí. Pudiera ser que tanto allí como aquí, una jornada laboral normal sean de 7-8 horas, pero los que de verdad quieren escalar puestos, saben que tienen que hacer más. Aquí en España pasa lo mismo. Si trabajas apra ti mismo está claro, pero si trabajas oara otros, los que suben no se limitan a su horario, se llevan el trabajao a casa, siguen con el teléfono, siguen pensando.
Yo veo un imposible lo de la crianza y ese ritmo de vida. Y delegar la crianza en otros es difícil, tu escritora comenta delegar en el marido, y eso sería lo ideal, que ambos renuncien un poco a esa dedicación al trabajo por la familia, pero en fin, es todo un tema.
Muy interesante. Debe de ser una mujer muy muy inteligente.
Icíar: es un tema muy interesante, en efecto. También estamos hablando de una mujer que puede permitirse lo que quiera, pero que, por ejemplo, a la hora de dejar a sus hijos con una mujer que ha contratado, siente como que está fallando a su familia; que debería ser ella la que esté en casa cuidándolos. Y de eso se trata, que no eres peor madre por trabajar ni por no trabajar; que hay que delegar si queremos participar en el mundo laboral, etc. También dice que hay que saber diferenciar qué es importante: los deberes del niño son importantes, pero acordarte de que en St. Patrick’s day el niño tiene que llevar una camiseta verde, pues no lo es tanto.
Sobre el tema de los horarios, es que en esas empresas donde ella ha trabajado, a veces la gente llega a mediodía y se va a medianoche, pero ella decidió que no, que iba a llevar horarios normales y ver cómo le iba. ¡¡Y no pasó nada!! Nadie la dijo nada ni la echaron del trabajo; a eso me refiero con estas cosas “raras y americanas”, porque está claro que aquí las cosas funcionan de otra manera.
Curioso libro aunque describa la visión norteamericana de la mujer. El tema desde luego da para debatir, ya sea en clubs de lectura o a nivel de la calle.
Lo de trabajar más de 8 horas empieza a extenderse, y a ver quien se lo salta, tal y como están las cosas. Tema complicado.
Un abrazo
No he leído el libro, pero, salvando las distancias que existen entre la sociedad americana (a veces conocemos más de los americano que de nosotros mismos, sobre todo cuando nuestros “dirigentes” se dirigen al pueblo que los ha “elegido” a través de pantallas de plasma para que nadie les inquiete…), y la española, creo que todo lo que reflejas en la reseña lo he vivido en mi experiencia profesional en una “gran empresa” durante 35 años que finalmente se convirtió en una “ínfima empresa”.
Aunque por “convenio” las mujeres y los hombres cobraban igual, los hombres siempre acababan consiguiendo, en general, más ascensos, pluses, etc.,
Aunque sí existían “jefas” de departamento y en puestos de responsabilidad, lo eran en un porcentaje mucho menor que los hombres y…: a) En el comité directivo, ninguna mujer; b) En el consejo de administración, ninguna mujer durante muchos años (Hacia el final de la empresa, una).
Corroboro, aunque un poco matizado (yo creo que algo más suave la actitud en los últimos tiempos) los comentarios de Loque, Mariuca, Mónica e Icíar.
Como a estas alturas ya se habrá notado, además de por el nombre que soy un tío (y por lo tanto, por principio sospechoso y culpable de tener inclinaciones machistas), me apetece poner la nota discordante: Deshaceros vosotras también de esas influencias atávicas que todos tenemos y acudid al mundo habiendo tirado a la basura el cartel que dice “soy mujer, y por eso tengo más dificultades laborales que los hombres”, o eso de que “para llegar a los mismos puestos tengo que demostrar más que los hombres”. Simplemente acudir a buscar lo que queráis sin considerar si sois hombres o mujeres. El mundo es en realidad como tú lo ves y si cambias tu visión del mundo éste cambia. Es casi magia… (bueno, sin casi).
Me apetece leer el libro. Isi. Si me lo puedes prestar, te lo agradecería.
Y también ese otro del que pones el tíutulo en inglés: What you would do if you were not afraid?. No se si se trata del mismo, pero hay uno editado en español: ¿que harías si no tuvieras miedo? de un tal Borja Vilaseca.
Blanca: eso es lo que comenta el libro. Lo de trabajar más de la cuenta, y trabajar a horas que no son de recibo, lo cuenta muy bien la autora: en FB la gente llegaba a mediodía y se marchaba a medianoche, y ella desde el comienzo decidió que llevaría un horario normal, ya que quería estar en casa con su familia.
Padre: bueno, ya lo hemos hablado en casa. El caso es que ella habla de eso, de que empezó en el mundo laboral pensando no que era mujer, sino un trabajador más en la empresa, y luego se ha encontrado con dificultades que son propias como si dijéramos del carácter de las mujeres. Por ejemplo, cuando la nombraron en una lista de “las tropecientas mujeres más influyentes”, ella se sentía incómoda con el asunto y trataba de “excusarse” por haber salido en esa lista, cuando un hombre lo aceptaría sin más. Por poner un ejemplo de lo que cuenta sobre cómo nos enfrentamos a una posición de poder.
En fin, que te lo paso, que podríamos estar hablando de ello durante horas.
Besos!