Presentación y reseña del poemario “De sueños también se muere”, de Hugo García González
12 Nov 2017 por Isi
Ayer tuve la suerte de romper un poco la rutina con una presentación de un libro de poesía muy especial titulado De sueños también se muere. Y lo llamo especial no solo por el libro en sí, que ha conseguido emocionarme, sino por su autor, Hugo, al que conozco desde que era un niño.
Veréis, recuerdo una tarde, hace varios meses, en la que él me comentó que escribía poesía y le gustaría publicar varios poemas que guardaba; yo le debí de contestar que había muchas plataformas para autopublicar, dependiendo si quieres tu libro en papel o solamente en formato digital, etc., y la sensación que me ha quedado es de que al día siguiente, como quien dice, este libro estaba ya en mis manos.
De sueños también se muere es un libro que trata sobre todas las emociones que nos provoca el amor. Y no hablo de calma y paz, sino de ese estallido de sentimientos que toma posesión de uno mismo cuando el amor se cuela, voluntariamente o no, en tu vida. Y es que, a veces, parece que no lo podemos evitar.
Decía Hugo en la presentación del libro que él necesita ponerse a escribir cuando una emoción le embarga; que las palabras le salen a borbotones en ese momento creativo, y que no piensa después en modificar nada de lo que ha escrito, pues son esas las palabras las que salieron de su interior y modificarlas sería modificar sus sentimientos tal y como los sintió en aquel momento. Y se nota. Se nota que lo que leemos posee una frescura, una sinceridad, que solo puede haber sido concebida en ese estado, a veces de desesperación, otras de éxtasis, que el amor -o los amores- nos provocan.
Nos contó que decidió distribuir los poemas según la etapa del amor en que se habían escrito y, así tenemos los siguientes capítulos, muy ilustrativos del torbellino que aguarda entre sus páginas: Encuentro, Destrozo, La herida, Libre, Renacimiento y Mi próximo desastre. Hugo asegura que lo ha escrito primero por una pura razón egoísta de necesidad de sacar a la luz todo lo que vive, y también porque cree que son sentimientos universales y que, a través de la lectura, puede ayudar a cualquier persona para decirle sí, yo yo también he pasado por esto; he sido feliz, he construido castillos en el aire, me he cortado con sus cristales rotos, he pasado noches llorando y, sabes qué, me encanta.
Y así, te acercas a este poemario y tienes que leerlo despacito, de rato en rato, porque no puedes soportar ese alud de sentimientos como para leerlo seguido, aunque te pique la curiosidad por cómo será la siguiente poesía. Me ha entusiasmado leer este amor en crudo, esos sentimientos que me hablan a mí y hablan a cualquiera que, alguna vez, se haya enamorado.
TE SIGO
Y apareces de la nada.
Como si el viento te arrastrara y cuando menos me lo espero vas y apareces. Con tu mirada de puñal y tu forma de caminar. Parece que salieras de un anuncio de perfume con tu abrigo largo y tus aún más largos silencios. La niebla te hace un manto y arrastras al mundo con tu melancolía. Tu voz a vees es tan suave que parece un rumor, pero tan clara y transparente como el cristal, a veces incluso corta por igual.
Te mueves a cámara lenta entre la gente y nadie se atreve a detenerte, me gustaría poder explicarte lo que es mirarte como quien mira las piezas esparcidas de la imagen más bonita jamás vista.
Tengo miedo de no poder componerte nunca. De no perderme en tus desastres, de no formar parte de ellos. Quiero adentrarme en tus ruinas y compartir contigo ese veneno que puedo ver a través de tus resquicios.
Nunca dices adiós y desapareces de nuevo, como una ilusión o como un sueño y mi instinto me lleva a seguirte, a apretar el paso, como quien se aferra a un sueño cuando este se está desvaneciendo.
Y te sigo, a veces en silencio, para ver si te olvidas de que estoy allí
y simplemente te sigo, viendo tu silueta, tan distinta de las otras.Y no me importa cuál es el destino, no quiero saber dónde está la línea de meta, no me importa que vayamos caminando de cabeza al más alto de los precipicios.
Porque, al fin y al cabo, yo te seguiría a cualquier parte.
(Este es el primer poema del libro)
Por último, comentar algo que también se dijo en la presentación, y es que me parece un acto de valentía no ya escribir sobre sentimientos y amor, sino atreverte a compartirlos y exponerlos a todo el mundo, familiares, amigos, completos desconocidos… Hugo abrió la ronda de preguntas diciendo: “Si alguien tiene alguna pregunta sobre el libro o sobre mi vida, que vienen a ser lo mismo…”
Pero, ¿existiría la poesía si poetas como Hugo no se atrevieran a compartirla?